En un año le perdieron dos veces su historia médica en el Oncológico Pérez Carreño de Carabobo

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Yo no tengo gripe, tengo cáncer»: Historias médicas se pierden en el Oncológico Pérez Carreño.

Ana llegó de madrugada, como cada vez que le corresponde el turno. Así debe ser en el Oncológico Miguel Pérez Carreño en el estado Carabobo es el centro donde se atienden a los pacientes con cáncer en la entidad. La demanda es alta, no solo porque aumenta la incidencia de esta enfermedad en sus distintas manifestaciones. Lo es también porque los costos de la medicina privada no están al alcance del 90% de la población. Pero allí pasan cosas, en esta ocasión a Ana le perdieron su historia médica, la segunda vez en menos de un año.

Indolencia, falta de profesionalismo y de compromiso con el sagrado deber de ayudar a preservar la salud. Ella no consigue otra forma de describir lo que en el oncológico sucede. A causa de la pérdida de su historia médica en el oncológico no pudo entrar a la consulta, necesaria para que se ordene la aplicación de una quimioterapia que requiere con urgencia y que en un centro privado no puede pagar.

En lo que va de año, esta es la segunda vez que la historia médica de Ana se pierde y en ambos casos la aplicación de la quimioterapia que requiere no se ha concretado. No hay culpables, nadie sabe, nadie responde. Mientras tanto, su enfermedad avanza.

Historias médicas se pierden en el oncológico

A Rosa le ocurrió lo mismo. La historia no apareció. Tampoco hubo explicaciones, ni esfuerzos por conseguirla. A ella, una paciente con cáncer de mama, no le han aplicado la quimioterapia desde principios del año pasado. «Qué importa, yo no soy familiar de ellos, a nadie de los que trabajan aquí les duele lo que nos ocurre, somos como muebles que caminan, al parecer no valemos nada».

Lamentándose de lo ocurrido estaba cuando se enteró que a Miguel, un paciente con cáncer de próstata, también le perdieron su historia médica en el oncológico Pérez Carreño. Ocurrió a principios de semana y aún deambula por el centro asistencial en busca de una respuesta, que no consigue.

Son tres historias de pacientes que se atrevieron a denunciar, pero a condición de anonimato. Sus nombres han sido cambiados por temor a represalias. Si son capaces de perder las historias médicas por irresponsabilidad y desorganización, ¿qué no serían capaces de hacer si saben quiénes los estamos denunciando?, se preguntó Rosa.

El futuro para ellos es incierto. No reciben quimioterapia desde hace, al menos, ocho meses. El cáncer que les aqueja no da tregua, cada día avanza. Está apoyado en la irresponsabilidad de quienes no cumplen a cabalidad con su trabajo. La pérdida de sus historias en el Oncológico Miguel Pérez Carreño, en Naguanagua, lo testimonia.

Carolina González – El Carabobeño

 

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