Entonar: verbo asociado al canto tanto como a la voz. Supone coherencia en las tonalidades, adecuada gradación de los sonidos. Relacionado con el tema de la comunicación, entonación podría aludir a la verdad de lo comunicado, a la coherencia de las proposiciones, a la justicia de las razones, a la exactitud de las visiones… En suma, nociones todas donde distinguir lo veraz, lo justo, lo razonable, lo ético.
Recuerdo un comentario de Montaigne escrito en su ensayo “De los libros”: “Hay autores en los cuales aprendo a poner orden en mis ideas y en mi vida”. Leemos para poner orden en nuestras ideas; y, acaso también, para, poner algo de orden en nuestra vida. Leemos para entender, para pensar y enriquecernos junto a nuestros pensamientos. Leemos para afirmarnos en determinadas comprensiones. Leemos para adentrarnos en ideas que nos guíen hacia nuevas ideas. Leemos para establecer correspondencias entre las más diversas razones. Leemos para reafirmarnos sobre ciertas convicciones…
Las voces leídas; elegidas por su elocuencia, por su veracidad, por su oportunidad, nos interpelan por sus temas, por sus énfasis, por sus alusiones. Nos atrapa su manera de nombrar, de ofrecernos ilustrativas respuestas.
Leer puede ampliar, modificar o reafirmar nuestros horizontes. Leer nos ayuda a pensar y, sobre todo, a pensar por nosotros mismos. La lectura será siempre una necesaria y natural compañera de la educación, un lógico antecedente del encuentro entre las voces del maestro y las voces de los discípulos; de muchos modos, la etapa primera del diálogo entre ambos. De la lectura al diálogo: del solitario sentido de la lectura a la comunicación y encuentro de las voces.
Al dialogar con sus estudiantes el maestro formula preguntas y escucha respuestas. Escucha a otros y se escucha a sí mismo mismos en intercambio de ideas que puede permitirle entender las cosas de manera diferente. Es la riqueza del diálogo, la opción de la voz que crece en su contacto con otras voces.
No se trata, nunca se tratará de agotar tema alguno sino de establecer humanas perspectivas frente a cualquier tópico de interés, a explorar cuanto de enriquecedor pudiese surgir de su análisis.
¿Qué busca un maestro con la elección de sus lecturas? Quizá, ante todo, orientar a sus estudiantes a partir de referencias que le sirven también a él mismo.
Existe subjetividad en la lectura y el maestro debe resaltar esa subjetividad, reforzándola a través de actitudes amplias y críticas ante lo leído. Existen diversos modos de lectura y el maestro habrá de privilegiar aquellos que aproximen al estudiante de la manera más enriquecedora al contenido de los mensajes comunicados. El estudiante en modo alguno habrá de enfrentarse a lo leído de una manera neutra. Su acto lector implicará tomar partido, lúcidamente comprometerse con ese universo al cual se acerca.
El maestro buscará veracidad en las voces elegidas. Veracidad de la voz: ¿qué significa? Tiene que ver con razones que el espíritu humano reconoce como verdadero. Es veraz la palabra que permite distinguir lo real de lo posible, lo necesario imponiéndose a lo insustancial. Es veraz la voz que nos aparta de la confusión y traza significativos límites a nuestro alrededor. Es veraz el término que nos guía hacia la transparencia de esclarecedoras comprensiones y nos comunica revelaciones capaces de acompañarnos, en ocasiones, a todo lo largo de nuestra vida.
