Luis Alberto Medina el hombre que arrestaron por tratar de salvar a una guacamaya

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“Me aplicaron el dispara primero y averigua después”, dijo Luis Alberto a El Pitazo, cuando reflexionó sobre el actuar de quien lo vio en un semáforo a la altura de Altamira mientras trasladaba a la guacamaya y subió una fotografía a las redes acusándolo de maltrato animal

Hombre arrestado por rescatar guacamaya: “Juzgaron mi vestimenta y no mis acciones”

El viernes 5 de marzo, Luis Alberto Medina iba en su moto por la avenida El Estadio, a la altura de Plaza Venezuela con destino a Hidrocapital, donde trabaja como vigilante; no advirtió que minutos antes una guacamaya había chocado contra una camioneta y su estado era delicado, solo vio una larga cola que formaban los vehículos. Al avanzar entre los carros, notó que el animal yacía malherido sobre el asfalto.

“¿Es que nadie la va a ayudar?”, se preguntó, y sin pensarlo tanto, hizo un espacio en una cesta que tenía en la parte trasera de su moto, allí metió a la guacamaya. Siguió su rumbo y al llegar a su trabajo le dio los primeros auxilios al ave, sin embargo, al observar que su estado era muy delicado, decidió llamar a la Misión Nevado, para ver si podía llevarla, pero, la respuesta fue negativa, ya que no contaban con veterinario en ese turno. La siguiente solución fue contactar a los paramédicos viales, quienes le recomendaron que la trasladara al Parque del Este.

Emprendió su viaje al Parque Francisco de Miranda, donde lo recibió un vigilante de apellido Maduro. Allí Luis Alberto necesitó movilizarse con la moto debido al mal estado de la guacamaya. Los especialistas recibieron al animal, él se retiró del lugar y pensó que ahí quedaría todo.

Siguió con su rutina diaria. La sorpresa la recibiría al llegar a su casa, ubicada en el sector La Zulia de La Vega, donde había al menos tres representantes de organismos policiales esperando: la Policía Nacional Bolivariana (PNB), la Dirección de Investigaciones Penales (DIP) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). En su inocencia, pensó que se debía a un operativo, saludó a los efectivos y procedió a entrar a su casa y guardar su moto.

“Alberto, están buscando a tu papá”, le comentó un vecino. El hombre, quien es más conocido como Luis en su barrio que por el nombre que tiene en común con su padre, se sorprendió cuando le dijeron que tenía que ver con algo relacionado con una guacamaya.

“¿Cómo saben de eso?”, pensó para sí mismo, sin saber que, en el trayecto, alguien le tomó una fotografía e hizo la denuncia en las redes sociales, acusándolo de haber robado al ave.

La fiscal asistente 88 del Ministerio Público hizo la entrevista, revisó que en su casa no había nada que lo inculpara de lo que se le acusaba, sin embargo, efectivos de la DIP, hablaron con él y le dijeron que acudieran a la delegación de la PNB en Maripérez, donde le tomarían declaraciones.

Luego de indagar más en el caso, un nuevo fiscal decidió dejarlo detenido mientras se hacían averiguaciones sobre esta denuncia de tráfico ilícito de fauna silvestre.

El general Randy Rodríguez, compañero de trabajo de Luis Alberto y testigo de lo ocurrido, acudió para atestiguar a su favor. También los paramédicos viales, quienes, al conocer el malentendido, publicaron un comunicado en sus redes sociales para aclarar que el hombre de 49 años había actuado de buena fe.

Luego de que el fiscal Tarek William Saab se percató de que su intención era ayudar al ave, ordenó su liberación.

“Decían por las redes que me quemaran, que me quemaran la moto y es algo injusto”, comentó con tristeza Luis | Foto: Lenys Vargas

“Me aplicaron el dispara primero y averigua después”, dijo Luis Alberto a El Pitazo, cuando reflexionó sobre el actuar de quien lo vio en un semáforo a la altura de Altamira mientras trasladaba a la guacamaya y subió una fotografía a las redes acusándolo de maltrato animal.

“Actuó de muy mala forma, así como tomó la foto, debió bajarse de su vehículo, abordarme y preguntarme a dónde llevaba la guacamaya, pero no actuar de esa manera, porque así a cualquiera lo meten preso, lo matan”.

Recuerda con disgusto haber leído tuits de personas que llamaban a hacer justicia con sus propias manos: “decían por las redes que me quemaran, que me quemaran la moto y es algo injusto”. Aunque luego leyó las disculpas, el hombre que ahora es tratado por sus conocidos como “el guacamayo”, acudió a su fe católica y dice que todo eso lo dejará en manos de Dios.

“Es algo terrible porque tú nunca piensas que por una buena acción te vayan a tomar de tal manera. Eso fue culpa del mal uso de las redes, de las personas que usan estas plataformas para maltratar. Juzgaron mi vestimenta y no mis acciones”.

Cuando se le preguntó si volvería a hacerlo aún sabiendo que este episodio volvería a ocurrirle, respondió que sí. «No hice ninguna mala acción en ningún momento. Lo haría por animales y hasta por una persona, pero tomaría otras previsiones”.

Para él lo que ha pasado luego de vivir todo esto ha sido increíble. «Eso voló por las redes, por el barrio, por todos lados, ahora me identifican como ‘el guacamayo’ y no me molesta para nada, yo estoy consciente de que hice una buena acción, aunque el animal murió. La historia sí tuvo un final feliz, ahora estoy con mi familia, aunque gracias a ese comentario en las redes sociales casi pierdo mi libertad”, reflexionó.

De tal palo tal astilla

Hace tres años, Anderson Medina, el hijo mayor de Luis Alberto, se fue de Venezuela en busca de mejores oportunidades. Su destino fue Perú, país donde ha podido ejercer su oficio como paramédico.

Anderson, aplica a diario el ejemplo de su padre y salva vidas en el país que lo recibió y una oportunidad para empezar de nuevo.

 

Traducción »

Sobre María Corina Machado