Dialogo entre nosotros, la gente común.
En Venezuela la producción petrolera ha pasado por varias fases, la primera llega hasta 1985, cuando como parte de los acuerdos de la OPEP, se redujo la producción para defender los niveles de precio alcanzados. Luego la OPEP, cambió su política de defensa de precios a una de recuperación de mercados, y volvió a crecer hasta alcanzar un promedio de 3 millones de barriles diarios. Debido a la expansión mundial de la producción en el 1989, Venezuela comenzó a perder presencia mundial. Su mercado natural (EEUU) aumentó sus importaciones y Venezuela no pudo responder a esa demanda.
Una PDVSA, que ya daba síntomas de agotamiento financiero, sumaba el aspecto político como era el de la inmensa nómina administrativa no operacional, en detrimento del personal productivo. Esta PDVSA, llegó inclusive al financiamiento de organizaciones políticas ligadas a familiares de la nómina capitalina, como parte del agotamiento moral, que el país mostraba en todos sus órdenes. Una PDVSA, que era eficiente, pero como empresa del estado, era sensible al aprovechamiento del poder de turno. Los errores incurridos hay que identificarlos claramente, para poder corregirlos en el futuro.
En 1990, las oportunidades y las reservas excedían las posibilidades de PDVSA, debido a restricciones financieras y a su capacidad operativa (Estatismo). Esta realidad condujo al estado a autorizar a PDVSA, para abrirse a la participación de compañías de capital privado. Estas se materializaron con los convenios operativos para el desarrollo de campos marginales. PDVSA invertía en los más rentables y la inversión privada en los de menor rentabilidad. Otra modalidad fueron las asociaciones estratégicas para los crudos extra pesados de la faja del Orinoco, que aportaron recursos financieros y tecnológicos.
Al llegar la revolución bolivariana, se produjo el manejo político sin control de los recursos de PDVSA, desmantelando su capacidad tecnológica y productiva, fue convertida en importadora de pollos, caraotas, fábrica de viviendas y mercados populares, y en un centro de corrupción hoy más que comprobado con un ex presidente de PDVSA prófugo, otro preso y uno que tiene casa por cárcel, con más 700 mil millones de dólares extraviados. PDVSA perdió su valioso recurso humano despedido de forma arbitraria y grotesca, que implicaban un promedio de 20 años de experiencia especializada y cuyos resultados han sido lamentablemente más que notorios.
Ahora bien, tal como ocurrió con Alemania y Japón, totalmente devastadas después de la segunda guerra mundial, que solo requirieron para recuperar su antiguo potencial industrial de las inversiones financieras y del equipamiento necesario, no es exagerado el que se puede hacer una similitud con nuestra PDVSA, que solo requiere de la inversión internacional, pues el talento humano permanece y con mayor experticia, por su participación en la industria petrolera mundial en estos últimos 20 años.
En la actualidad un grupo de trabajadores se han organizado en la asociación civil “PETRO AMIGOS”, fundada y registrada en el 2003 y apostillada y protocolizada en el 2023. Su objetivo, el rescatar los beneficios arrebatados a los petroleros, y reorganizarlos para la recuperación de nuestra principal industria, una vez alcanzada la transición. PETRO AMIGOS, agrupa a la mayoría de los técnicos y profesionales de la antigua PDVSA, conformada por 5.000 trabajadores en Venezuela y de 700 en el exterior.
Esta interesante asociación, no está en nada relacionada, con la llamada “Gente del petróleo”, que intento inicialmente agrupar a los trabajadores petroleros, pero que lamentablemente desviaron sus objetivos y se convirtieron en apéndices de factores políticos. Recientemente algunos de sus miembros, han estado involucrados en actos reñidos con la moral y que son de público conocimiento. Finalmente, nuestro compromiso es el de rescatar para nuestro país, el prestigio de PDVSA, recuperando su eficiencia y generar los ingresos necesarios para impulsar el desarrollo productivo del país.
Fedepetrol Carabobo.
