Jesús Alberto Castillo: El deseo de cambio es imparable

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El régimen decidió jugar a todo riesgo. Rompió toda posibilidad de acuerdo y, lo que es peor, dio una patada a los pocos espacios democráticos que quedaban en el país para intentar salirse con las suyas en las venideras elecciones presidenciales. Sigue al pie de la letra el guion de “La Habana”, replicado por Daniel Ortega en Nicaragua.

Pero el régimen sacó la cuenta mala. No sé ha paseado que el deseo de cambio de los venezolanos es mayor que las tramoyas que pueda hacer desde Miraflores, TSJ, CNE, AN, Fiscalía y demás entes públicos. Maduro no ha podido levantar la economía y ha condenado a este país entero a la más indignante pobreza. Su figura no goza de credibilidad y la gente está ganada a votar para producir un verdadero cambio político.

No es casual la desesperación del régimen. Inventa cuánto artilugio le permita impedir el deseo de cambio de la gente. Divide a sus adversarios políticos, compra lealtades partidistas, inhabilita inconstitucionalmente candidaturas fuertes en la oposición, elimina ilegalmente tarjetas partidistas para que no postulen, incrimina y persigue la disidencia, diseña candidaturas a su medida y, lo más osado, provoca para reprimir y desarticular a sus oponentes. En fin, no quiere medirse y busca torcer la ruta electoral.

El régimen, además, distrae a la población. Reparte migajas, lanza globos de ensayos mediáticos y ejecuta un teatro itinerante con ferias, operativos y jornadas de todo tipo para que la gente se olvide de impactantes hechos que ponen en tela de juicio su credibilidad, tales como escandaloso trama de corrupción en PDVSA con Tareck El Aissami (está cumpliendo tan bochornoso espectáculo), la detención de Rocio San Miguel en El Helicoide, el asesinato del teniente Ronald Ojeda en Chile y muchos otros casos.

Hoy estamos ante una situación muy peligrosa que requiere ser abordada con inteligencia. Mañana se inicia el proceso de postulación de candidatos presidenciales y el CNE suprime tarjetas para reducir los espacios democráticos y atentar contra unas elecciones libres y transparentes. Pero, el deseo de cambio de la gente está intacto y, de acuerdo a los estudios de opinión, se expresará en el ejercicio del voto. Por más tramos que intenté hacer el régimen, los ciudadanos sabrán sortear los obstáculos y acudirán masivamente a las urnas para producir el cambio necesario.

Aún queda un tortuoso camino por recorrer y los factores democráticos tienen el reto de reflexionar que lo importante es Venezuela. Es tiempo de un liderazgo comprometido con los intereses del país y capaz de unir a todos, más allá de las diferencias. Un paso importante es el reencuentro de todas las fuerzas democráticas para hablar en función de una estrategia que pueda ser exitosa frente a las trampas del régimen. Eso requiere confianza, tolerancia y amplitud. La historia de la humanidad tiene sobrados ejemplos donde la fuerza del voto ha sido fundamental para salir de dictaduras. Venezuela no debe ser la excepción.

Politólogo y Secretario General del MAS Regional Sucre-Cumaná

 

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