Ana Noguera: Minicumbre de presidentes autonómicos en España

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Una de las noticias más llamativas ha sido la “minicumbre” de presidentes autonómicos realizada delante de las cámaras de televisión. Entre risas, con buena sintonía, compartiendo problemas territoriales (especialmente la infrafinanciación), haciendo ostensible la posibilidad de acordar entre autonomías por encima de la imposibilidad de negociar de los dos grandes partidos estatales, PSOE y PP, así hemos visto a cuatro presidentes autonómicos: tres del PP y uno del PSOE.

Seguro que todos los focos ponen la atención sobre el presidente de Castilla la Mancha Emiliano García Page. No es un hombre que se amilane ante las posiciones de su partido. Lo hemos visto llevando la contraria al secretario general Pedro Sánchez y a toda su ejecutiva y gobierno, tanto en los órganos internos como frente a las cámaras de televisión. Page no es un hombre que se muerda la lengua, aunque sabe frenar a tiempo y quedarse en el límite de lo que “debe o no decir”, como cuando ha manifestado en la entrada de Fitur, que “El PSOE se encuentra en el extrarradio de la Constitución”, refiriéndose a las negociaciones sobre la ley de la amnistía que todavía se producen entre PSOE y Junts.

A nadie le sorprende el verso suelto de García Page. Sin embargo, yo les indico que miren hacia los otros tres protagonistas: los presidentes autonómicos de Valencia Carlos Mazón, el de Murcia Fernando López Miras, y, seguramente el artífice o líder en su grupo, el presidente de Andalucía, Juanma Moreno.

Previamente, los tres han protagonizado escenas “armoniosas” y de buena sintonía con el gobierno central. Lo hizo Carlos Mazón con el ministro Óscar Puente para anunciar la ampliación del puerto de Valencia, hundiendo así al anterior gobierno del Botánico y, especialmente, a los socios del gobierno de Sánchez. Una foto de concordia, de entendimiento, de la posibilidad de llevarse bien entre gobiernos de diferente color político. ¿Le interesaba al ministro Puente para no parecer “el niño malo del gobierno”? Puede ser. Pero a quien más le interesaba, sin duda, es a Carlos Mazón que así se desvincula de sus socios de la ultraderecha y le dan una imagen de “negociador respetable”.

Lo mismo realizó Fernando López Miras con un paseo simpático y hasta cariñoso con la ministra Teresa Ribera por el Mar Menor, comprometiéndose ambos a la recuperación de este paraje extraordinario. Viendo a ambos políticos, nadie hubiera dicho que pertenecían a partidos enfrentados ni tampoco que representen la polarización que se vive en el Congreso de los Diputados.

Analicemos un poco más. Porque el primero de ellos en establecer esta buena sintonía política entre gobiernos fue, quien considero artífice y líder de este estilo tan inaudito dentro del PP, Juanma Moreno. También a él se le ha visto pasear por Doñana con la ministra Ribera y establecer cauces de negociación con el gobierno central.

Y, aunque parezca que esta debería ser la política lógica, reconocerán conmigo que resulta extraña dentro del PP.

Porque mientras Juanma Moreno se ríe con la ministra, charla animadamente con otros presidentes socialistas, procura realizar declaraciones que no resulten insultantes ni altisonantes, y suma a su posición de “centrista de derechas” a otros presidentes del PP, que llevan sobre ellos la rémora de los socios de ultraderecha, lo que encontramos habitualmente es “la otra cara del PP”: la que principalmente lidera Isabel Díaz Ayuso, que se ha convertido en el azote del gobierno y especialmente de Sánchez, realizando declaraciones continuas disparatadas, absurdas y estrambóticas, con tal de conseguir un titular dañino contra Pedro Sánchez.

La posición de Isabel Díaz Ayuso es un altavoz para los medios de comunicación, se come el espacio que representa Vox, y arrastra con ella a los líderes del PP que no quieren quedarse atrás como el propio Feijóo.

¿Hay dos estilos diferentes dentro del PP? ¿Hay “dos almas” como habitualmente se suele decir, aunque resulta un término demasiado poético o religioso para referirnos a la estrategia política? ¿O es tan solo estrategia que responde a un reparto de papeles? ¿Son de fiar las posiciones moderadas “y blanditas” de los presidentes autonómicos del PP?

Más allá de lo que podamos pensar o las reflexiones que cada uno obtenga, sí hay alguna conclusión que podemos obtener: Isabel Díaz Ayuso no representa seguramente la mayoría del partido; su posición representa el ala más ultra del PP; y seguramente, lo que “casi” todos saben menos ella y MAR es que su radicalidad desvergonzada con su nacionalismo madrileño de confrontación no suma adeptos fuera de los límites de la Comunidad de Madrid. Ni siquiera dentro de su propio partido en el extrarradio de Madrid. Porque España es algo más, mucho más, que Madrid.

Quizás de eso se dio cuenta hace tiempo Juanma Moreno quien parece huir de cualquier foto que le acerque a la presidenta de Madrid. Prefiere mostrarse cordial con “sus adversarios” políticos que una caricia de quien solo da zarpazos.

 

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