José Gerardo Mendoza: Maestro de maestros El Impulso

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Hay quienes dejan huellas y hay quienes marcan el camino, esto es aplicable a nuestro Diario el impulso, el maestro de maestros quien en pocos días cumplen sus primeros ciento veinte años, parece mucho, pero ha sido para los larenses y la nación como esas madres y padres tan buenos que debían de ser eternos; este diario que hace 120 años tuvo la idea su creador Don Federico Carmona, un hombre  de grato recuerdos e ideas muy claras y asertivas, supo conducir por sobre todo o las temporadas de dificultades con la mayor ética y valentía que hasta hoy se han mantenido respetando los principios de su fundador por varias generaciones, donde la ética y la seriedad es su principal materia  prima, ganando la admiración y el respeto de buena parte del universo y la conquista de su patria que lo vio nacer, porque ha sido como esas almas buenas que al mismo tiempo están en todas partes.

En lo personal tengo gran agradecimiento  por este cumpleañero, con el que aprendí a leer y a escribir, les cuento el villorrio  Volcancito de la parroquia San miguel, municipio Jiménez, Quibor Estado Lara, bello caserío donde comienza o termina la cordillera andina, era una época muy difícil y una carencia muy fuerte, ahí no había agua potable, ni electricidad, ni escuelas, ni auxilios médicos, esto fue en la década del año 30 al 40, con muy buen clima , pero la única diversión era el trabajo y cuando uno tenía ya 8 años de edad debía trabajar,  porque si no era una carga, gracias a Dios y a la hora cuando mi padre me ordeno incorporarme al trabajo para que me hiciera un hombre  de bien  y arranque con los peones, como regalo del espíritu santo vi a un señor que guardaba los periódicos viejos con preferencia “El Impulso” que era el que llegaba a la cordillera, este señor no es que era lector sino que los tomaba para tapar  las roturas de su vivienda y no pasara el frio, oía las conversaciones de mi padre con otro señor, los dos bien ilustrados de ahí viene mi aprecio y gratitud con el Impulso, preguntaba aquí y allá y en poco tiempo era un lector empedernido de mi maestro El Impulso hasta hoy y por casi 30 años columnista sin fallar un solo jueves y esto me hizo cambiar para bien porque desde esa fecha amo la lectura.

Me daba cuenta lo difícil que es la vida del campo y en los sueños me sentía en esos grandes bailes de la alta sociedad, bien trajeado y no con unas cotizas y franelas destruidas, en esos pocos años también me sentí incomodo por el cambio de lenguaje y tenía poca relación con los otros niños que no se preocuparon en aprender, otra cosa que me marco fue que veía la página social del Impulso donde se celebraba las navidades y el niño Jesús que jamás nos visitó ni llevo juguetes en el caserío, pero eso no me privo de ser un hombre de bien; me hace recordar que mi padre supo que yo siempre andaba con el periódico y como él era comisario de la prefectura de Quibor, le llego un telegrama y él me dijo que dice ahí y yo le respondí y lo leí emocionado “favor detener a fulano de tal”,  lo volví a leer y el con una cara de satisfacción dijo “ ya no me lo jode nadie.”

Nuestro querido maestro de maestros El Impulso desde su nacimiento ha sido como un familiar muy cercano, es querido y requerido en todo los hogares; en una época que iba mucho a Nueva York por trabajo, allá conocí un señor que fue piloto de VIASA que tenía un negocio  de comida con el nombre de “ Así es mi tierra” y vendía productos larenses como arepas, suero, acemitas tocuyanas, queso de cabra, cuando uno llegaba a tomar café o a desayunar lo primero que nos ponía en la mesa era el Impulso y uno lo tomaba con el afecto de un familiar muy cercano , mis felicitaciones al maestro de maestros, siempre agradecido con un mención especial a Gisela Carmona a quien aprecio en grande.

Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.

volcancito2@gmail.com

 

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