Luis Alonso Hernández: Amor propio

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Empieza un nuevo año y la oportunidad de iniciar actividades que nos conecten con nosotros mismos debe ser prioridad. Siempre nos esforzamos por complacer a otras personas y en algunas ocasiones nos olvidamos de lo importante de la reflexión individual, practicar la introspección e ir dibujando proyectos, apartando lo que no suma y dedicarnos tiempo de calidad. Querernos no es vanidad y ese amor propio nos lo demostraremos en la medida en la que invirtamos tiempo en lo que nos hace felices.

Conectarse con la naturaleza ayuda y nuestra Valencia ofrece unos escenarios ideales para reencontrarnos. Subir el Casupo, Tazajal o el Café, sentarse a contemplar el paisaje, respirar aire puro, agradecer por la vida, visualizar lo que anhelamos, realmente ayuda y es bien reconfortante. Además, estas caminatas a cualquiera de los cerros de la ciudad, nos permite ejercitarnos, disminuir el estrés e ir fortaleciendo la salud mental, tan necesaria si queremos llevar una vida equilibrada espiritual y físicamente. No dude en hacerlo, invite a gente cercana y emprenda la aventura. Le aseguro que si lo adopta como un hábito su vida irá mejorando sustancialmente.

La lectura igualmente permite desconectarnos, viajar con las letras y ampliar nuestras miradas. Practicarla enriquece el vocabulario y la cultura general. En lo particular, estoy seleccionando una gama de textos para iniciar este 2023 e ir alimentando el alma. Siempre he dicho que somos lo que leemos y esa interacción con nuestro propio ser, debe incluir leer por lo menos seis libros durante este año. A estas actividades sumemos la meditación. En estos tiempos turbulentos, de tanta incertidumbre y padecimientos de ansiedad, generar espacios para la relajación de la mente y el cuerpo ayudan a alejar sentimientos y pensamientos que nos distraen del foco y nos causan tensiones.

Convertir en cotidianidad el ejercicio físico también contribuye. Además, trae consigo beneficios para la salud, disminuyendo riesgos de tensión arterial y otros padecimientos. Si no dispone de recursos para un gimnasio, camine y use algunas plazas públicas acondicionadas para tal fin. Este tipo de actividades dan mayores resultados si los hace acompañado de personas incondicionales, esos amigos que siempre están escuchan con atención y con los que disfrutamos compartir una tertulia, un café, una comida o una película. En este contexto tan hostil, rodearse de gente cuyos principios de vida son similares a los nuestros, nos generan confianza y hacen florecer la representación más pura del amor.

Así que blindarnos de amor propio no está mal. Aprendamos que cuando nos auto reconocemos y alcanzamos la plenitud, podemos ser empáticos y amar a otros. Si hacemos un paneo entre la gente que nos rodea, evidenciaremos esa falta de afecto propio que tanto daño colateral provoca entre padres e hijos, parejas, hermanos, compañeros de trabajo. Trabajemos entonces en fortalecer el amor propio, para que nuestras realidades comiencen a transformarse. Feliz 2023 para todos ustedes.

 

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