Eddie A. Ramírez S.: Las mentiras de Einstein

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Einstein postuló que la energía es igual a la masa multiplicada por la velocidad de la luz al cuadrado.  Desde luego, no pretendemos afirmar que Albert mintió.  Esta nota no se refiere al respetado  sabio,  sino al reciente artículo del ingeniero Einstein Millán,  titulado “Los herederos del sabotaje petrolero”.

Millán escribe bien y parece ser buen profesional, conocedor del área petrolera.   En una oportunidad cometí el error de tildarlo de admirador de Rafael Ramírez, que no lo es. Sí es chavista y se ufana de haber recuperado Pdvsa bajo las órdenes del fallecido Alí Rodríguez Araque, conocido en su época de guerrillero castrocomunista como comandante Fausto. Es una lástima que a la par de algunos buenos análisis, diga  medias verdades y mentiras evidentes.  Por ese fanatismo de quienes se dicen revolucionarios, pierde credibilidad.  Es la misma escuela de la extrema izquierda y de la extrema derecha, que no tiene empacho en mentir. Putin es su representante del momento.

Como solo soy agrónomo, aspiro que mis amigos petroleros rebatan con fundamento sus mentiras relacionadas con la producción petrolera. Solo me permito mencionar que no toma en consideración que cuando se estatizó la industria petrolera hubo que hacer grandes esfuerzos humanos y de inversión, ya que las transnacionales tenían claro que era inevitable que tuviesen que irse, por lo que “ordeñaron” para sacar el máximo sin alimentar a la vaca, dicho en términos de mi sesgo profesional. Las cifras de producción que menciona no me cuadran con las de la OPEP, pero eso se los dejo a otros. Lo de la caída de los precios por efecto del aumento de la producción es un tema que ha sido muy debatido. Unos favorecen menos producción y precios más altos. Otros, más producción para favorecer el desarrollo de las áreas rurales donde se realiza la actividad petrolera, y para que nuestras cuantiosas reservas no se queden en su mayor parte  en el subsuelo, aunque el precio sea menor. Esto último pareciera más lógico.

Einstein dice la verdad cuando afirma que, durante el paro cívico de diciembre 2002, se cerró la producción y se obstruyó la exportación de petróleo. Efectivamente, el objetivo del paro cívico era presionar al presidente Chávez para que respetara la Constitución, adelantara elecciones o renunciara. Es decir, para evitar lo que ocurrió: el hundimiento de nuestro país por culpa del binomio Chávez-Maduro.

Einstein miente descaradamente cuando afirma que los trabajadores que se sumaron al paro cívico destruyeron bienes muebles e inmuebles, saquearon oficinas y cometieron otras fechorías. Esto es falso por varias razones: 1- Nuestros principios y valores no nos permiten realizar esas acciones. 2- Los trabajadores estábamos convencidos de que el gobierno iba a ceder y volveríamos a nuestros cargos en pocos días, tal y como ocurrió en el paro petrolero de abril de ese mismo año. Recordemos que después de botarnos a unos y jubilar a otros, cuando la Fuerza Armada lo regresó a Miraflores, Chávez  pidió perdón   de la mano de un crucifijo y nos reintegró a nuestros cargos. 3 – En las oficinas y demás instalaciones petroleras siempre hubo trabajadores que no se sumaron al paro y que hubiesen impedido cualquier acción indebida. 4- El Plan de Contingencia, al frente del cual estaban los gerentes y un personal mínimo, estuvo funcionando hasta que Alí Rodríguez los despidió y asumió el control. Concretamente, el día 6 de diciembre bloqueó las claves de acceso de Intesa a  las operaciones. El 7 Tomó control total, llamó a los paramilitares rojos y a la Guardia Nacional para impedir el acceso a las instalaciones a personal que consideraba no era de confianza.5- Las falsas acusaciones de sabotaje se produjeron mucho después y los casos que señalaron fueron  desmentidos con pruebas por Gente del Petróleo  y por Unapetrol. Es un cuento parecido a la tragedia de la refinería de Amuay en el 2012, seis años después de que los rojos habían asumido el control, o el cuento de la iguana y los supuestos sabotajes de la red eléctrica.  6- El sabotaje lo cometió Alí Rodríguez y Hugo Chávez,  que por fanatismo despidieron al personal capacitado.  7- Alí Rodríguez expresó que “Nos costó muchos años llegar al poder y no lo vamos a dejar. Si es necesario correrá sangre”. 8- Chávez declaró que “ tenía que tomar esa colina que era Pdvsa”. 9- El auditor Fiscal de Pdvsa, once años después del paro  aplicó multas y reparos a 178  trabajadores, por los supuestos daños. Entre ellos  algunos que no se sumaron  al paro,  estaban de vacaciones e incluso en el exterior. No pudo señalar ninguna acción concreta, ni relacionarla con algún supuesto saboteador  Solo números del petróleo y productos que se dejaron de exportar, y gasolina que hubo que importar.

Cabe preguntarle a Einstein, ¿Quiénes son los verdaderos herederos del sabotaje petrolero? Por cierto,  participé activamente  en el  paro petrolero de abril.  El 30 de mayo del 2002 me jubilé, por lo que durante el par cívico solo participé apoyando con declaraciones. Por eso me retiraron la pensión. Me siento orgulloso de haber sido Coordinador de la Asociación Civil Gente del Petróleo y miembro de Unapetrol, organizaciones que cuentan con ciudadanos que no mientes y que prefirieron perder sus carreras en cumplimiento de la Constitución de la República.

eddiearamirez@hotmail.com

 

Traducción »

Sobre María Corina Machado