Antonio Urdaneta Aguirre: Concertación democrática emergente

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El mundo está enterado, quizás mejor que los propios venezolanos, que en Venezuela gobierna una dictadura cuyas características la asocian con el comunismo soviético encabezado por Josep Stalin. Del mismo modo se observa que en su desempeño el régimen aplica las más perversas prácticas nazistas. Es por eso que el sistema político impuesto en el país por una cúpula militar inescrupulosa, es considerado como una dictadura militar nazicomunista.

Estuvimos sometidos por dictaduras militares y gobiernos autocráticos durante muchos años. Sabíamos entonces que este tipo de sistema político se instauraba y se mantenía sustentado en la fuerza y la represión, utilizadas éstas hasta sus excesos. Pero las “dictaduras modernas”, a objeto de ejercer un mayor control sobre los ciudadanos, convocan a éstos a participar en procesos electorales fraudulentos. De esa manera los pueblos contribuyen a disfrazar a los regímenes totalitarios de modo que éstos aparezcan luego con un vestido de demócratas. Incluso en el caso específico de Venezuela los “partidos políticos” se cuentan por decenas. Por supuesto, la mayoría de dichos parapetos son “partidos de maletín”. Lo que le interesa al régimen es que abunden las siglas. Es así como la cúpula dictatorial pretende hacerle creer al pueblo y al resto del mundo, que en este país gobierna la democracia.

Algunos analistas políticos opinan que, a pesar de lo fraudulento de las elecciones, que se realizan con mucha frecuencia, si los verdaderos partidos políticos de oposición, democráticos por supuesto, se unen en una sola organización, las posibilidades de desplazar a los usurpadores dictadores son suficientes para ganar cualquier evento comicial aplastantemente. Según esta tesis vale la pena reflexionar al respecto. Y si se habla de reflexión, la Navidad es oportuna para meterle el cerebro al asunto.

Pues bien, en sintonía con las opiniones que al respecto aparecen en las redes sociales y en los medios de comunicación tradicionales, nada se pierde aportando una idea más a los efectos que se sume a los elementos que están a la mano para la reflexión. Hasta hoy se han hecho muchos intentos para unir a la oposición; las experiencias acumuladas tienen algo positivo, pero han sido insuficientes para consolidar un bloque democrático capaz de mantenerse en el tiempo, hasta tanto lo requiera la situación. ¡Hace falta un esfuerzo de esta naturaleza!

Aunque las utopías en este tiempo parece que pasaron de moda, correré el riesgo de lanzar –podría ser al aire– una sugerencia. ¡Dios quiera que el espíritu de la Navidad active la sensatez de los sectores democráticos del país! Sin ese milagro ninguna utopía política encontrará espacio en la conciencia de los dirigentes democráticos venezolanos. Sugiero la fundación de un movimiento político democrático único que aglutine a todos los demócratas de la nación. Los partidos existentes congelarían su ejercicio particular hasta que en Venezuela estén dadas las condiciones para el pleno ejercicio de un sistema político que defienda y acate la soberanía del pueblo y el derecho de éste a elegir libremente y controlar a sus gobernantes.

Educador – Escritor – urdaneta.antonio@gmail.com – @UrdanetaAguirre

 

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