Luis Bravo: ¿Voto o bota?

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Ya es definitivo, se desaplanó (radicalmente) la curva de contagios, nacionales e importados. Estalló la pandemia ante el descuido y la imprevisión. Tuvo razón la Academia y la infectología que no baila en  Miraflores… No se puede ocultar ni disfrazar con ropaje técnico la insolvencia y la estulticia que rodea los servicios públicos que presta el Estado. Es en higiene pública y Educación  Popular donde la incapacidad  oficial tiene sus expresiones más crueles respecto a la necesaria inclusión social que hoy vive sus peores momentos históricos.

Digan lo que digan se perdió el año escolar para las mayorías hoy devastadas social y culturalmente.  Hay que salvar a toda costa el que viene y una manera de hacerlo es empezar ya a multiplicar los esfuerzos para que se abra el conjunto de instituciones que componen el Sistema Educativo Escolar Venezolano.

Abrir las escuelas, liceos y universidades…Tan urgentes como necesario… Antes de que sea tarde.

A la escuela le toca rediseñar espacios, preparar protocolos, evaluar riesgos, disminuir la cantidad de estudiantes por salón, organizar turnos de recreo, idas al baño, la llegada a clase, garantizar productos de higiene.

Abrir las escuelas bajo la lluvia (Maragall). Abrirlas pese al chaparrón de abandono pedagógico que soportamos.  Se impone enfrentar la brecha que se cierne entre quienes accesan a la escolaridad que se ofrece hoy y los que no, es el desafío que tenemos todos frente a las limitaciones del Plan “Cada Familia, Una Escuela”, señaladas con largura por Ofelia Rivera y Franklin Piccone y las organizaciones políticas que representan.

Lo que propone el BID y reseña este boletín Nº 802 puede ser una opción para reactivar el Sistema Educativo Escolar, en tanto dibuja  un protocolo para la apertura del año escolar 2020-2021.

Boletín Nº 802 Sábado 27  de junio al viernes 03 de  julio de  2020. Memoria Educativa Venezolana, paso a paso

 

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