Tomás Socías López: Ocupación de empresas… Una medida equivocada

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Definitivamente, la medida de ocupación de empresas está equivocada. La decisión tomada por el Ejecutivo para supuestamente bajar los precios, no puede sino generar más inestabilidad y empeorar la situación económica del país.

Si sube el dólar, deben subir los precios y es el Estado el encargado de complementar el poder adquisitivo que el pueblo necesita. De hecho, con el reciente decreto de aumento salarial, el Ejecutivo va por la vía del apoyo a los más necesitados, pero la hiperinflación es tal que, incluso, el incremento, no alcanza.

Lo hemos dicho muchas veces, sólo con la producción nacional, empleos e incrementando los programas sociales, se puede soportar el proceso económico que vive el país. Y a toma de empresas es un retroceso en la política económica que estaba comenzando a ser exitosa, antes de la pandemia.

Los anuncios del Presidente, sobre ocupación temporal de empresas, no son la solución al abastecimiento, sino al contrario lo agravan. Interpretar políticamente lo que quiere el pueblo erradamente, puede dañar una política económica, que hasta ahora había resultado positiva con la liberación de precios y del tipo de cambio.

Evitar que el alza del dólar, altere los precios en estos momentos de la pandemia, puede traer lo único que el pueblo no quiere: desabastecimiento, porque ya lo vivió, años atrás.

Debemos estar claros que no se trata solo de unos precios, sino de la falta de producción. Es que es un error poner en riesgo el abastecimiento con controles, regulaciones e intervenciones, que traerán más alzas de precios y desabastecimiento.

El problema del venezolano ahora tiene que ver con el tema de la gasolina y si el Ejecutivo no tiene como proveerla en este momento, la solución mientras llega, es logístico y no de precios.

Es un hecho que la logística en las bombas, con el transporte de alimentos y medicinas, no está funcionando bien.

La logística en las bombas cercanas a las zonas rurales de Mérida, Barinas, los Llanos y otras, ha sido un gran problema, porque la organización de la carga se ve afectada por los vehículos oficiales no prioritarios, con placas y credenciales.

Si el dólar sube, lo precios tienen que ajustarse para que haya abastecimiento. Si el Estado interviene, no es mejor gerente que la empresa privada; eso lo podemos determinar por los cientos de empresas que posee actualmente, sin poder producir y en las que invierte dinero, cada día, sin resultados de eficiencia. Con al menos 30% de la producción nacional que maneja el Estado, si llegasen a funcionar, se pudiera ofrecer a precios subsidiados, productos de primera necesidad a nuestra gente.

Si los precios suben, el Estado debe multiplicar más los programas sociales para complementar a la población; sino surgirán de nuevo colas, bachaqueos y la horrible escasez que el pueblo tanto deplora, con la consecuente factura política que pasará el descontento popular.

El venezolano se las puede arreglar con los precios, con el apoyo de las empresas que generan empleos y con los programas sociales del Estado que son muy buenos como las bolsas de los Comités Locales de Abastecimiento (Clap), los Centros de Diagnóstico Integral (CDI) y Barrio Adentro.

tsociasl@gmail.com

 

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