Mar de Fondo.
En otro acto de valentía, María Corina Machado, galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025, ha condicionado su viaje a Noruega para recoger tan prestigioso reconocimiento a una premisa clara y poderosa, que “Venezuela sea libre”.
En una entrevista con un prestigioso diario noruego, la líder opositora venezolana afirmó que no abandonará su escondite, donde vive bajo amenazas directas contra su vida, mientras Nicolás Maduro siga en el poder.
Sus palabras no son solo una declaración de resistencia, sino un grito que une a un pueblo que lucha por su futuro.
El Comité Nobel noruego reconoció a María Corina Machado por su “incansable labor en la promoción de los derechos democráticos” y su lucha por una “transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.
Este galardón, no solo honra su trayectoria, sino que ilumina la crisis venezolana ante el mundo.
Desde su clandestinidad, María Corina Machado subrayó que el premio legitima la lucha de la oposición y deja al régimen de Maduro “absolutamente aislado y con los días contados”.
La Dama de Hierro, que desde 2024 defiende la victoria de Edmundo González Urrutia en las elecciones presidenciales fraudulentas del 28 de julio, vive cada día como un acto de resistencia.
“He aprendido a vivir el día a día”, confesó, reflejando la resiliencia de un pueblo que no se rinde.
Su lucha no es solo por un premio, sino por un país donde la libertad no sea un sueño, sino una realidad tangible.
El Nobel de la Paz de María Corina Machado no es solo un reconocimiento; es un faro de esperanza para Venezuela y un recordatorio al mundo de que la paz verdadera solo florece donde hay justicia.
Mientras su voz resuena desde la clandestinidad, su mensaje es claro: no habrá Oslo sin libertad.
¡Viva Venezuela libre!

