Javier García: Hasta el final

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El liderazgo de Maria Corina Machado se ha venido consolidando con miras a las elecciones primarias del 22 de octubre, y ante  el escenario de un país que ha  buscado hasta ahora fallidamente desplazar del poder a las cúpulas totalitarias que cada día hacen más insoportable nuestra sobrevivencia como nación y conglomerado, en condiciones humanas.

Un nación que anhela la salida de este régimen de opresión  y destrucción de la vida en general; y  que debido a las  frustraciones,  engaños, y traiciones de una dirigencia que no  quiso ni le convenía escuchar razones, sabe que debe  ir al encuentro de un  liderazgo que esté a la altura de nuestras circunstancias que enfrentamos.

Las condiciones que ya sobrepasaron el nivel de catástrofe social, política, económica, ambiental,laboral , espiritual, y humanitaria; con ocho millones sufriendo afuera y veinte más  “muriendo” dentro del territorio.

Es el  país que clama libertad, adecentamiento, justicia, paz, democracia, el fin del latrocinio más perverso que los venezolanos hayamos visto, la crueldad, la persecución, el abuso, la tortura,el encarcelamiento, el asesinato a  la disidencia, el terrorismo de Estado, los métodos de hostigamiento ruin a los familiares de los perseguidos, señalados, acusados, o sencillamente las  víctimas del vanidoso capricho de un funcionario  endiosado, engreído y/o acomplejado, el asalto a las riquezas nacionales y al presupuesto público, en fin.

El intento de acabar con la grandeza y destino del pueblo de Venezuela.

No son tiempos de alardes sino de profundizar en las líneas del cambio.

A pocos días de las primarias del 22 de octubre, lo más importante es que Venezuela se percibe motivada, a pesar de la desinformación y censura prevaleciente. Lo que no implica que dejemos de perseverar en el esfuerzo por superar estas flaquezas.

El repudio al régimen está consolidado, y firme el deseo de liberarnos.

Aunque el sufrimiento tiene años, esta nueva etapa de nuestra lucha apenas está preparándose, con expectativas superiores de éxito.

Por ello, con un régimen que aún tiene cartas para perturbar la contienda interna, que nos puede ser favorable.

Nos parece oportuno refrescar.

Que  el  régimen juega a desmoralizarnos, hacernos sentir impotentes, que no tenemos salidas honrosas, que son invencibles, que no podemos cumplir nuestros deseos de libertad y justicia.

Para ello trabajan arduamente, con sus aparatos mediáticos,sus operadores y colaboradores asalariados.

Bajar nuestros ánimos y exigencias.

Tengamos paciencia,  y confianza en nosotros mismos, en la razón, y en la justicia que aspiramos, en el proceso que está en marcha rumbo al 2024; en las fuerzas espirituales, sociales , políticas y morales que nos acompañan, y vienen impulsándolo.

Determinación y firmeza en nuestra agenda de lucha;  superar todas las barreras, todos los obstáculos, todas las circunstancias, cualesquiera que fueran.

Lo más importante es mantener la determinación de ser libres, para poder optar a vivir dignamente.

Esa es la principal motivación de la estrategia.

Convicción de que nada de lo que ocurra podrá detenernos.

El régimen no tiene pueblo, ni moral, ni razones, ninguna causa justa que mostrar;  al contrario son criminales, y el peso de sus crímenes persigue a sus operadores políticos y militares, y sus familiares, nacional e internacionalmente.

No tienen un ejército de patriotas, sino de mercenarios, oportunistas, mercaderes.

Jueces y fiscales al servicio de los Crímenes de Lesa Humanidad, alcaldes y gobernadores cómplices, señalados por la gente.

No le bajemos la guardia,  esperemos siempre lo peor, sin confiarnos en nada, y estemos preparados espiritualmente para superar sin desmayar lo que ocurra.

No nos hagamos eco de la campaña que nos dice que debemos aceptar una candidatura de la complacencia del régimen.

No escuchemos la propaganda que señala que debemos ser menos exigentes con nuestros deseos de justicia.

Ellos también tienen otras debilidades y fracturas internas, propias de su naturaleza, y en el mundo,  aliados difíciles de manejar, que pesan y estorban, que tienen sus propias crisis, planes y circunstancias:  Cuba, Rusia, China, Irán, el narcotráfico, la guerrilla, el crimen organizado, el terrorismo…

Mientras más concesiones hacen, es porque más debilidades tienen, más compleja el entramado de intereses.

Termina octubre, comienza una nueva etapa, mantengamos nuestras expectativas, determinaciones y esperanzas.

La agenda intacta, pase lo que pase.

Hasta el final no es solo una consigna,ni un alarde, es el deseo,  y debe ser la determinación de toda Venezuela, pues con  la fuerza del pueblo solo  es posible: el final de la tiranía.

 

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Sobre María Corina Machado
     
 
Nuestra Señora del Monte Carmelo
   

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