Neuro Villalobos: Prometeo en dictadura

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Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo; cuando veas a un hombre malo, examínate a ti mismo. Confucio.

A mi modo de ver el Complejo de Prometeo definido por el Dr. Alfonso Ávila como “la situación de conflicto existencial no resuelto por el ser humano y la cual es sustituida por un estado anímico alterado por el miedo y caracterizada por grados variables de ansiedad y angustia que al permanecer sin solución pueden alcanzar en grado último la desesperación” es lo que muy bien expresa el estado de crispación de quienes ven muy cercano el disfrute de las mieles del poder y el temor de sentir tan cerca la justicia.

Es comprensible el suplicio existencial de quienes parecen sombras con formas de hombres y mujeres. De quienes no tienen vida propia porque están reptando y ven acercarse su última oportunidad que saben no se volverá a presentar. Sobre todo, aquellos incondicionales que junto a los lamebotas oportunistas prefieren el latiguillo de sus amos antes que asumir la responsabilidad de su propia libertad y tienen el descaro de criticar la pluralidad que se observa en el lado de la oposición, como si eso no fuera una clara demostración del espíritu democrático.

Sin duda, es peligrosísima esa situación en la que se observa la presencia de ese síndrome por el lado de un régimen que se caracteriza por querer imponer un modelo de vida siguiendo el libreto de una vieja ideología cuyo fracaso y decadencia es evidente a nivel mundial, que no tiene aplicación frente a las nuevas realidades planetarias ni a las características culturales de nuestra nación. Es muy grave sí, el tiempo y las oportunidades perdidas por varias generaciones de venezolanos debido a ese delirante y fantasioso, pero peligroso, afán de imponer el recetario del marxismo-leninismo.

Resulta más peligrosa la situación del país porque la erótica del poder se ha apoderado de la mente de un grupo de delincuentes, sin principios ni valores, violentos, feroces, voraces y resentidos que se han creído los amos del destino de todos los venezolanos, más aún si cuentan con la genuflexa adulación de aquellos que consideran que su pesada ambición está por encima del futuro de la Nación.

La inhabilitación de aspirantes con posibilidades de triunfo, por vías administrativas e ilegales, con argumentos absurdos como es el caso de María Corina Machado, esperamos sea el último eslabón de una cadena de arbitrariedades, acciones y decisiones que ponen a descubierto el Complejo de Prometeo por los lados de la dictadura que nos agobia, cuyo propósito es reducir al máximo los grados de libertad ya que no hay respuestas contundentes por los lados de la oposición democrática.

El fenómeno político y electoral en que se ha convertido María Corina debemos tomarlo como una señal para que los demócratas por convicción sigamos como la lluvia que con serenidad llega profundamente a las raíces, nutriendo, creciendo y fortaleciendo el árbol de la unidad en torno a ella. La pelea es dura, nadie ha dicho que es fácil, porque cobra vigencia lo que expresara Don Quijote a Sancho Panza: luchamos contra gigantes amigo Sancho: el miedo la injusticia y la ignorancia. Yo agregaría otros dos, la soberbia y la impudicia.

Dejemos que los muertos entierren a sus muertos, como dijo alguna vez Rómulo Betancourt, ya que el sobresalto permanente y la desesperación en los que los mantiene el avance arrollador de María Corina acrecienta a Prometeo y para esa situación no hay corazón que se resista. Pienso, parodiando a Don Quijote que si los perros ladran es porque avanzamos amigos. Y esta vez la política decente se impondrá porque así lo queremos los venezolanos en aras de la libertad y la democracia, y para ser un ejemplo universal.

nevillarin@gmail.com

 

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