Enrique Meléndez: El secuestrador de Niehous

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A finales de la década de 1980 la opinión pública fue sacudida por el crimen de un ex soldado gringo, veterano de la Guerra de Vietnam, y quien se había puesto a vivir con una prostituta, que había conocido en un burdel, ubicado en una localidad del estado Aragua; cuyo autor intelectual había sido dicha mujer, y quien había contratado a un sicario, recién salido de la cárcel, amante de ella; estando de por medio el cobro de un seguro de vida, que constituía parte del peculio del gringo. Lo primero que hace la tipa es formar un escándalo a nivel medios de comunicación social, denunciando que su esposo había sido secuestrado, según la versión que ella maneja, por unos plagiarios, que se habían presentado en su casa, y se lo habían llevado, para luego cobrar un rescate.

Se trataba de una tipa, que se delataba sola; como diría Heidegger: al ser le va su ser, y lo digo, porque de acuerdo a los detalles, que me ofreció un amigo, con quien abordé el tema por aquellas días, y que casualmente se había conseguido con una persona, que venía de hacer antesala en la sede de la gobernación de Aragua, para hablar con el gobernador, coincidiendo con una visita, que la tipa también hacía por allí, en afán de insistir, que se le prestara apoyo, a propósito de la lucha que había emprendido en la búsqueda de su marido, y que al intercambiar un par de frases con esta persona, lo primero que le había dicho, era que se había encontrado durante dicha antesala con una malandra de esencia y apariencia; tira puñales, como se dice en el argot de los bajos fondos. A esa elegancia de Heidegger le pudiéramos poner aquí esta expresión, que Chávez citaba mucho: por más que te tongonees, siempre se te ve el bojote, y esto fue lo que no perdió de vista la inteligencia policial que enseguida dio con el hecho, de que no había tal secuestro, sino que se estaba en presencia de un asesinato, cuyo autor intelectual había sido dicha señora; una viuda negra.

Aquí estamos ante un caso, que repite la película, si es que le damos crédito, a lo expuesto por el Fiscal General Tarek William Saab, con motivo del esclarecimiento del crimen de Carlos Lanz, y cuyo móvil también se ubica en el estado Aragua; llevado a cabo por un sicario, contratado, de igual manera, por una amante de nombre Maye Cumare, que viene siendo la esposa de Lanz, y quien, supuestamente, había sido secuestrado en el 2020; por lo que ésta, además también de formar el escándalo, lo primero que hace es conformar un comité de búsqueda del susodicho, para ceñirse a continuación a una estrategia de comediante, con todas las movilizaciones del caso, y resulta que Lanz no ha sido víctima de plagio alguno, sino asesinado por Cumare, como ya lo hemos dicho. ¿La historia se repite dos veces? ¿Una como trágica y otra como farsa?

En efecto, el móvil del gringo no dejó de ser trágico, con independencia de la codicia, que estaba detrás; es decir, se clasifica como crimen pasional, y que es el giro, que le pretende dar el informe del Fiscal Saab, al respecto, y aquí viene a continuación a revelarse en detalle el tipo de personalidad de Cumare; resaltándose lo de lo relativo a su conducta perversa desde el punto de vista sexual, a propósito de la vida disipada que lleva; llegando a decirse que no tiene un solo amante, sino dos, y que los dos están involucrados en la comisión del delito de marras; aparte de su demasiado espíritu codicioso; muy dado a corromperse ante cualquier circunstancia, y es así como se dice que desde su alto cargo en el INCE de Aragua, como cabeza del mismo, no dejó de hacer negocios sucios, y para eso contaba con dos socios, que eran sus dos amantes, hasta amasar una inmensa fortuna invertida en vehículos y apartamentos. Lanz la amenazó con denunciarla, y por aquí viene la causa de su desaparición.

La circunstancia es que el ojo experto ha dado con una serie de cabos sueltos, a propósito de lo dicho por el Fiscal Saab, y que, en lugar de aclarar los hechos, lo que hace es oscurecerlos; aun cuando a favor de su testimonio se encuentra la propia confesión de Cumare, que admite ser la autora intelectual de este asesinato en un video, que se filmó en algún organismo de seguridad, donde la tienen recluida, y que rueda por las redes sociales. ¿Ebria de burundanga, que es una droga que se utiliza mucho en los organismos de seguridad de regímenes totalitarios, para quebrar la voluntad de una persona y arrancarle confesiones de este tino, como en este caso, ante la opinión pública? A favor, asimismo, de la versión del Fiscal, se encuentra el punto de vista del hijo de Lanz, quien también admite la veracidad de la misma. No obstante, hay un desmontaje que le hace un criminólogo a sus palabras, cuyo texto también rueda por las redes, y en el cual hace ver la cantidad de cabos sueltos entre una cosa y otra que dejó Saab. El hecho cierto, además, es que este caso no puede ser solamente de carácter pasional, dado que no estamos frente a un gringo desequilibrado, que se vino a vivir en el trópico, sino a un sujeto de alto perfil en las filas revolucionarias: uno de “los imprescindibles”, como lo calificó Diosdado Cabello, y aquí es donde más de uno ha especulado, en torno a lo que pudiera ser el verdadero móvil de este hecho y que, por supuesto, ha venido a sacudir también a la opinión pública, y que tiene que ver con la lucha interna, que existe en esas filas; guerras intestinas, que llaman.

Personajes incómodos como Danilo Anderson, Robert Serra, Eliécer Otaiza; cuyas muertes resultan espantosas. ¿La revolución devora a sus hijos? Lo que sí me llama la atención, es la circunstancia, yo que soy seguidor de la filosofía hermética, y la que establece que todo lo malo, que tú haces, lo pagas en esta vida; que encuentro que aquí se cumple esa ley, y desde el primer momento en que se habló de su secuestro; pues a mí siempre me pareció de una gran impunidad esa soberbia, con la que Carlos Lanz tituló uno de sus libros: Yo Secuestré a Niehous. Lo que ya hablaba para su caso de una gran hazaña; cuando la vino a pagar de esa manera.

 

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