José Angel Borrego: Merentes; ¿Hombre para la circunstancia?

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Antes de que enarbolen fusiles permítanme explicarme. El país vive una “circunstancia especial” (llamémosla así) derivada de dos factores críticos. El mal manejo de la política y el pésimo manejo de la economía. Son esquemas que deberían estar separados, como acontece en cualquier nación con un mínimo de civilización, pero que en Venezuela los políticos han mezclado exprofeso de tal forma que no es posible, léase bien, por favor: NO ES POSIBLE resolver el trauma si no existe un acto de contrición al respecto y se separa un factor del otro. En los países desarrollados (y semi) los empresarios producen y pagan impuestos y los políticos se los devoran sin perturbar al sector productivo. Mientras eso no se comprenda jamás saldremos del subdesarrollo aunque nos ahoguemos en petróleo.

Nelson Merentes (lo dijimos el 22 de abril del 2014) es el único tipo serio del gabinete de Maduro; e igual lo fue durante la gestión de Chávez”. Por seriedad nos referíamos a su capacidad intelectual. Que haya cometido deslices sexi-humanos no es reprobable. (“Que lance la primera piedra…”) Nada de ello le enajena su enorme capacidad gerencial para conducir políticas económicas y financieras como las que reclama el país.

Merentes no es chavista. Alguien lo recomendó a Chávez y éste, huérfano de colaboradores de su talla no dudó en absorberlo y encomendarle tareas que el propio Chávez boicotearía con su megalomanía. Ello impidió que este régimen fuera positivo para los venezolanos, igual o similar al impedimento que puso AD a Carlos Andrés Pérez que provocó el desplome e hizo posible la insurgencia de Chávez.

Si Maduro está de salida, como sueña mucho iluso, pensar en Merentes no prorroga esa situación. Si la permanencia de Maduro se hará mayor, tampoco Merentes sería responsable de ello. Pero si Maduro aceptara de nuevo a Merentes, en esta ocasión para enmendar planas desastrosas de su gestión y reencaminar al país (aun por una trocha mientras se abren caminos) todos resultaremos gananciosos. Y postulo el nombre de Nelson Merentes porque en el panorama político realista no vemos ninguna otra figura que pudiera ser capaz de poner orden económico-financiero en esta borrachera roja. Desde luego, más difícil que lograr que Merentes acepte, será convencer a Maduro de su errática gestión, pero la peor diligencia es la que no se hace.

No tengo cómo comunicarme con el Dr. Merentes para plantearle una estrategia alternativa que podría resolver la crisis que nos tiene locos a todos (menos a los enchufados) de manera que si alguno de nuestros amables lectores puede facilitarnos esta información el país lo agradecerá en corto y mediano plazo.

En principio, créalo amigo lector, la vía política podemos dejarla en manos de los políticos, pero la solución real tenemos que confiarla a gente confiable que no es precisamente el factor político. (Ahora sí: apunten…fueeego…!)

 

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