pancarta sol scaled

Ezequiel Querales Viloria: De suspenso en suspenso y de conflicto en conflicto

Compartir

 

Mientras la atmósfera de la Tierra registra la mayor concentración de dióxido de carbono (C02), conocida hasta ahora, según acaba de alerta la Organización Meteorológica Mundial (OMM) este octubre de 2025, sus habitantes abajo en la superficie terrícola siguen más enredados y convulsionados que nunca.

Según el último reporte de la OMM, la concentración promedio anual en 2024 fue de 423.9 partes por millón (ppm), y el aumento registrado entre 2023 y 2024, de 3.5 ppm, fue el mayor desde que existen mediciones modernas (1957).

En tanto, el globo terráqueo y su gente, sigue girando de “suspenso en suspenso y de conflicto en conflicto”, como un guion interminable de disputas por el protagonismo mundial, puesto en escena.

Curiosamente, en casi todos los “rollos” por desenredar, por no decir todos, aparece la figura luminosa y controversial del mandatario Donald Trump, quien a decir de los analistas políticos, no termina de salir de un enredo para meterse en otro.

Ahora mismo ha puesto al mundo en un verdadero aprieto, incluida Venezuela, al meterse de lleno, sin muchos miramientos, en un despliegue aéreo naval inusitado en el mar caribe y conjuntamente, en otros dos o más frentes de guerra a la vez, buscando salir airoso en todos y cada uno de ellos. Sin importar sus insólitos desplantes, retrocesos y metidas de pata.

Es así, como de un “jalón” visita a Israel, va a la destruida y arrasada  Franja de Gaza, se reúne con los emisarios de tan espantosa matanza y acuerda poner fin a las terribles hostilidades so pena de aniquilar a los miembros de Hamás, si incumplen lo acordado.

En paralelo, anuncia reunirse con su par de Rusia, Vladimir Putin, y recibe en la Casa Blanca, a Volodimir Zelenski para poner fin a la guerra de Ucrania, garantizando que ese país nos sea despojado de ninguno de sus territorios. Todo eso ocurre, sin incluir la guerra arancelaria que mantiene “casada” con China, India, Canadá y otros países del mundo, y particularmente, con la Unión Europea.

De este otro lado mundo, es decir de Latinoamérica y concretamente Venezuela,  no solamente se han acentuado las tensiones entre la dictadura venezolana y el gobierno de Washington, sino que se ha desatado una andanada de acusaciones, ofensas y amenazas entre Maduro, Trump, y los emisarios de ambos.

Entonces, surge la pregunta del millón que no encaja por ningún lado, ¿cómo es que el inefable presidente Trump, busca acabar con las guerras del mundo, y provoca una confrontación bélica, en el llamado patrio trasero de su territorio?. Una paradoja, difícil de entender y mucho más, de explicar.

Cierto que no hay una declaratoria de guerra formal entre la Casa Blanca y el régimen chavista, sino una calculada provocación de parte y parte, aunque mucho más acentuado del lado estadounidense, con ataques y aniquilación de las llamadas lanchas rápidas presuntamente del narcotráfico, e incursiones de aviones de combates en el espacio aéreo venezolano.

La Casa Blanca, han insistido en señalar que el régimen de Maduro es ilegítimo, que se trata de un clan terrorista, vinculado a los carteles de las drogas, y por tal razón, el presidente Trump, ha prometido eliminarlo y ha ordenado a la CIA operar en territorio venezolano para contribuir a que Venezuela recupere su democracia y la institucionalidad arrebatada.

Es una peligrosa tirantez que mantiene vilo a toda Venezuela, y el país ha entrado sin querer queriendo, en una nada confortable etapa de máxima alerta, o alerta roja, y todos empezamos a sentir algo tan familiar, que consentidamente llamamos culillo.

Y a medida que se intensifican las acciones por parte de Estados Unidos contra la cúpula chavista para poner fin a la dictadura en Venezuela, crecen las dudas y el escepticismo entre la población, sobre todo, por la falta de información y la ola de rumores y videos sospechosos, de lado y lado, que circulan sin control, por las redes sociales.

Y aunque Venezuela históricamente ha sido un pueblo amante de la paz y la concordia, en este momento crucial de la patria, en que todos claman por su libertad, nadie puede descartar una intervención militar para salir de la dictadura que niega el estado de derecho y pretende eternizarse en el poder.

Guiados por el alto sentimiento venezolanista de la valerosa Dama de Hierro, María Corina Machado, que ahora la democracia mundial ha premiado su esfuerzo con el Nobel de La Paz y la consagra como líder política universal, más del 80% de los compatriotas, entienden, que Venezuela necesita ser rescatada y arrancada de la mano de la camarilla que la mantiene, pisoteada, con todos los riesgos que eso supone.

Y como lo avizorara el Padre Pio en 1969, es probable que este octubre 2025, llegue a su fin, una dictadura, y “el doloroso sufrimiento de esta nación bendecida por Dios y castiga por los hombres, de andar de suspenso en suspenso y de conflicto en conflicto”.

Con información de El País de España, El Nacional Plus y las Redes Sociales – ezzevil34@gmail.com

 

Traducción »