San Antonio del Táchira: de vitrina comercial a una economía pequeñita

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San Antonio tuvo siempre una movida comercial importante a través de su historia, al igual que el intercambio binacional con Norte de Santander, dándole el nombre a esta zona de la frontera más dinámica de Latinoamérica, pero luego de la ruptura de las relaciones diplomáticas y el cierre de la frontera con Colombia, esto cambió abruptamente, pasando San Antonio de ser una vitrina comercial a una economía pequeña, según expertos.

Durante siete años permaneció la frontera cerrada, esto ocasionó el declive de la actividad comercial en la zona, poco a poco fue desmejorando. “Durante el período de cierre fronterizo el comercio en San Antonio vino decayendo, en el año 2018 se encontraban más de 1500 comercios activos, luego de la pandemia hacia el 2021 ya solo quedaban 700 comercios y luego a finales de 2022 bajó abruptamente a solo 300 comercios y en la actualidad no quedan activos más de 150 establecimientos comerciales, muchos de estos a pequeña escala” asegura el analista William Gómez.

Carlos Casanova concuerda con el hecho que luego del cierre, a lo largo de estos años, la frontera ya no fue la misma debido a que los países cambiaron. “Colombia siguió con una economía abierta en tanto que Venezuela avanzó en una economía cerrada, y aquí la causa de que la frontera ya no tiene la condición que la caracterizó, como la frontera más viva de Latinoamérica”

Gómez explica que para el año 2015 se tenía una frontera totalmente dinamizada con su movimiento natural fronterizo entre Táchira y Norte de Santander, en el cual el comercio Binacional generaba un intercambio de más de 1.500 billones de dólares, donde el comercio local y la industria manufacturera estaba totalmente activa. “El comercio ofrecía producto, tanto nacional como importado de terceros países y la industria como la zapatería, tabaquería, los ceramistas, la marroquinería y el textil, ofrecían una línea de productos que era bien atractiva, tanto para el comprador colombiano como para el mercado nacional, el cual era un foco comercial importante. San Antonio del Táchira como vitrina comercial y Ureña desarrollando su zona industrial también y esto a partir del cierre de frontera comienza a desmejorar”.

Para José Rozo el declive data mucho antes del cierre de frontera, para el experto el problema no es económico, es político, explica que la desmejora del auge comercial y manufacturero en San Antonio y de Ureña, “comenzó cuando el fallecido expresidente Chávez rompió relaciones comerciales con Colombia, obligando a importar lo que fuere necesario de China o del Mercosur. Seguidamente sacó a Venezuela de la Comunidad Andina, afectando no solo a los sectores manufactureros, industriales de estos municipios, sino del resto del país”.

Reapertura

Con la llegada de Gustavo Petro a la presidencia de Colombia se anuncia la reapertura de la frontera, generando gran expectativa en la población fronteriza y en los comerciantes industriales.

Con la reapertura se da paso a negocios en el área gastronómica, venta de alimentos y víveres, zapatos y ropa, pero para Gómez todo quedó allí en solo una expectativa, ya que en su opinión Colombia se ha favorecido en mayor medida, debido a que en San Antonio no tiene mucho que ofrecerle al que viene de la región andina, ni al colombiano, por lo que deciden pasar directo a Cúcuta.

Indica Gómez que sectores que se han reactivado con esta reapertura, el área logística y aduanera como el transporte internacional, las agencias de aduana y las almacenadoras, y la activación del Aeropuerto, lo que ha generado empleo formal en la zona.

Cúcuta

Se ha anunciado inversión de empresas venezolanas en Cúcuta, la razón, dice Casanova por la facilidad que da Colombia para que el extranjero invierta. Por su parte Rozo señala que empresarios migran con lo poco que les queda para salvar su patrimonio.

Joycel Arellano – La Prensa Táchira

 

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