León el rey de la sabana

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El Panthera leo, conocido comúnmente como león, es una de las criaturas más icónicas y majestuosas de la tierra y se ha convertido en un símbolo de poder y grandeza en muchas culturas de todo el mundo.

Es nativo de África y, hasta hace poco, se podía encontrar en una amplia variedad de hábitats en todo ese continente, desde las sabanas hasta los bosques densos. Sin embargo, en las últimas décadas, su población ha disminuido drásticamente debido a una serie de amenazas, en especial la caza por parte de los humanos.

Es el segundo félido viviente más grande después del tigre. Cuenta con extremidades potentes, una fuerte mandíbula y unos dientes caninos de ocho centímetros, lo que lo ayuda a matar grandes presas.

La coloración de los leones va desde un color beige claro hasta un marrón amarillento, rojizo u ocre oscuro.

La melena del león macho, única entre los félidos, es uno de los rasgos más característicos de la especie. Hace que parezca más grande, causando una excelente intimidación.

En los grupos dominados por dos o tres machos, las leonas tienden a querer aparearse más con los leones que tienen una melena más densa.

El león puede ser de manada o nómada. En el primer caso, pertenece a un grupo de aproximadamente cinco o seis hembras emparentadas, sus crías de ambos sexos y uno o dos machos conocidos como la “coalición”, que se aparean con las hembras adultas. En el segundo, se mueve por grandes territorios, de manera solitaria o emparejado.

Cabe destacar que un macho puede cambiar de estilo de vida, los nómadas se pueden convertir en residentes y viceversa. Una leona nómada tiene dificultades a la hora de unirse a un nuevo grupo, ya que las hembras de esa manada están emparentadas y rechazan la mayoría de los intentos de otras no relacionadas de unirse a su grupo familiar.

Las leonas realizan la mayor parte de la caza de su manada, siendo más pequeñas, veloces y ágiles que los machos, además de no poseer la voluminosa y visible melena, que causa un exceso de calor durante los esfuerzos físicos.

Aun cuando los leones, normalmente, no cazan humanos de manera selectiva, algunos de ellos pueden convertirse en antropófagos y buscar presas humanas.

Enrique Suarez – El Impulso

 

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