En materia electoral los años 2024 y 2025 estarán signados, el primero por la elección presidencial y el segundo por lo que se ha venido denominando mega elecciones. No se trata de pronósticos ni de probabilidades sino de acontecimientos claramente establecidos por nuestra Constitución.
En el año 2024 está prevista la elección presidencial para el nuevo período que deberá iniciarse a principios del año siguiente, concretamente el 10 de enero del año 2025 cuando el presidente electo se juramentaría ante la Asamblea Nacional o en su defecto, por algún motivo sobrevenido, ante el Tribunal Supremo de Justicia. [1]
Juramentado el presidente en la fecha indicada se empieza la preparación de otro evento electoral que también tendrá una envergadura importante toda vez que coinciden para ese año las elecciones de la Asamblea Nacional en la que se elegirán 277 diputados, salvo que se realice alguna reforma. Asimismo, se elegirán 23 gobernadores de estado y sus Consejos Legislativos y 335 alcaldes con sus respectivos Concejos Municipales.
El año 2022 comenzó con ofertas, con propuestas e iniciativas destinadas a crear la sensación de un nuevo reinicio en las filas de los distintos grupos de oposición. Todo un esfuerzo para prepararse con antelación en lo que será la confrontación contra las fuerzas del chavismo-madurismo.
PSUV re-eleccionista
Respecto a los últimos no solo queda claro que su candidato será el presidente Maduro sino que, además, gobernará hasta el 2030, según las propias declaraciones del presidente. Para el PSUV el trauma que por lo general significa designar un abanderado presidencial parece estar zanjado favorablemente en favor del actual mandatario.
Para muchos observadores hay otros dirigentes del mundo oficialistas que pudieran ofrecer una alternativa más fresca y creíble a sus seguidores. Las disputas internas, al menos por ahora, no son intestinas ni la sangre se acerca al río. Han sido sabios y prudentes para solventar y dirimir sus diferencias. Habría, claro está, que sumar que el carácter autoritario que se aprecia en el ejercicio del poder también tiene su correlato e impacto en la vida interna del PSUV.
Qui totum vult totum perdit [2]
Las distintas oposiciones realizarán cada una sus procesos. No se observa ningún evento que signifique la reunificación de ellas y, por el contrario, se desarrollan iniciativas que los alejan unos de otros.
Unos venden las primarias como la gran solución cuando en verdad solo contribuirán a acentuar la fragmentación existente. Muchos de los que han anunciado su participación terminarán dando un paso al costado dejando solos a la denominada Plataforma Unitaria respecto de la cual no se puede afirmar que se mantengan unificados hasta el final. Una fractura entre ellos podría estar tocando a la puerta.
Por otra parte, en la oposición parlamentaria aparece Bernabé Gutiérrez con una Acción Democrática desjudicializada luego de hacer el proceso interno que eligió nuevas autoridades con su secretario general como candidato. Nadie puede decir que los otros partidos de la Alianza Democrática le ofrezcan su apoyo en virtud de otra eventual candidatura de Javier Bertucci. Junto a esas 2 candidaturas el partido Cambiemos apuesta a un outsider que, como señala su más importante dirigente, sería necesario para lograr un verdadero cambio político. Otros como Copei anuncia una candidatura propia para evitar que los votos socialcristianos migren hacia el partido Unión y Progreso del ex secretario general de Copei, Eduardo Fernández. Mientras tanto Avanzada Progresista insiste en la construcción de una alternativa de gobierno democrática realizando encuentros semanales con diferentes figuras y partidos del país, tratando de cimentar un amplio y diverso acuerdo entre venezolanos.
La lista de participantes ya se hace larga: Ricardo Cussano, Colette Capriles, Simón García, Richelle Briceño, Antonio Ecarri, José M. Muñoz, Timoteo Zambrano, Chuo Torrealba, Alfredo Padilla, Víctor Álvarez, Manuel Sutherland, Pedro Benítez, Cesar Mogollón, entre otros han aceptado y participado en las reuniones.
Fuera de esas coaliciones Antonio Ecarri de El Lápiz ha señalado decididamente que presentará su candidatura y advierte que no existen razones para ir a un proceso de primarias con quienes han hecho manejos dudosos de los activos de los venezolanos en el exterior, pero también fuera de las coaliciones existentes, los integrantes de Fuerza Vecinal han ido consolidando una organización que tiene como sostén las gestiones de varios alcaldes en varios municipios del país incluidos los de Baruta, El Hatillo, Los Salias y Chacao del estado Miranda. Han sido invitados a participar en las primarias y presentaron sus condiciones.
Otros actores como Delsa Solórzano, María Machado y Andrés Velázquez expresan la intención de participar bajo unas condiciones que posteriormente les permitirá esquivar el compromiso.
Así las cosas, las primarias y la búsqueda de un candidato único en las condiciones y términos planteados nos conducirá a una mayor fragmentación de la oposición. Los auspiciadores de las primarias han configurado una operación perversa, una cancamusa en la que los afectados no son los dirigentes de los partidos políticos sino una sociedad agobiada por un gobierno maula que no logra satisfacer las demandas societales.
[1] Así lo indica la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 231
[2]Quien quiere todo lo pierde todo