El poeta inglés John Keats dirá, siglos después: Dejad entonces a la fantasía ir errante / por el pensamiento todavía extendido ante ella: / abrid de par en par la puerta de la jaula de la mente / y ella saldrá como una flecha, elevándose a las nubes; A lo que cabría añadir, en palabras de Jung, que esta actividad del espíritu de los primeros tiempos de la antigüedad obraba por antonomasia artísticamente. Parece que la finalidad del interés estribaba, no en captar objetiva y exactamente el cómo del mundo real, sino en adaptarlo estéticamente a fantasías y esperanzas subjetivas.
La filosofía tiene una ventaja sobre la poesía: es capaz de explicar lo que se entiende por sabiduría. Pero algunos creemos que la poesía tiene una notable ventaja sobre la filosofía, que parte de la sabiduría y de hecho la parte normativa es poética…
Punzante poema al partido del pueblo…
Observen cual murciélagos inmensos como nubarrones se acercan,
abran pronto las ventanas míralos como a los militantes envuelven,
ataviados con sus camisas de lino, evitando ser empapadas con su yanto,
yegan en ruidosas caravanas sombrías,
como pérfidos obscuros de un regimiento maldito,
sus encandiladas jóvenes semejan Valkirias, pero Valkirias de Etiopia,
creyendo cabalgar potros en yamas, que vuelan rumbo al infinito.
Hijo grite abre las ventanas, que no quiero sentirme aterrado,
yo hace rato atravesé la hora del yanto,
y ya paso también la hora de ruego;
veremos si son capaces de franquear el turbulento país nublado, bajo yuvia de relámpagos, como aves de presa bajó fuego.
A través de la ventana veo mi Némesis; mientras disfruta sus alegrías, venganzas y odios le pido déjame morderte un seno;
En su CDN, escucho que bufan como genios infinitas estrofas deslucidas,
y resuenan en sus espacios los apostrofes de inculpación de los “otros” como
trueno.
¿Esperaremos un nuevo Torquemada que prepare una amplia hoguera?,
donde han de arder eso hijos perturbados de embelesos,
de AD, guardo en mi corazón mi estadía, una larga primavera,
una especie de jardín como suaves labios,
que aromatizaron todos nuestros besos.
¿Qué queda del Cofre-AD?: Debates, muchos, debates, lazos,
pensamientos, propuestas al final escritas,
poemas de su pasado y su presente,
la razón y motivación de nuestras adhesiones,
hoy solo coloraciones de sombras de serpientes malditas.
Dejad abiertas las ventanas, que nuestros.
que nuestros recuerdos viajen con el viento,
al final advertiremos que el mismo se calma;
eyos para saciar su gula, sus socios, les proveerán escarmiento.
aplacar su codicia, se agotaría todo el oro,
pero aun así se le secara a toda el alma.
Hoy se disipan pensamientos tesis y heridas entreabiertas,
que vemos como flores secas esfumarse, junto afectos y lazos,
su correlato ha evaporado casi todas sus contribuciones,
como mariposas que después del vuelo, terminan,
rotas en mil pedazos.
Que horrendo apocalipsis, vemos como un relámpago,
de sombras vibra,
quizá las espadas encendidas de sus Ángeles perversos,
mientras con tristeza descrita en sus rostros,
sus heroicos militantes, en sus sacrificios se arrancan fibra,
y con su sangre, escriben sus últimos versos.
Al final el dolor poco a poco pasa,
pero en el alma continua un vacío,
sus cancerberos continúan en ditirámbicos eventos,
celebran, tal vez sin saberlo su holocausto.
Ya ni siquiera relámpagos y yuvia,
en nuestro cielo sombrío,
ni una sonrisa de Heine y una lagrima de Fausto,
podrían apartarlos de ser el culmen de lo nefasto.
Como sierpes extrañas del abismo de sus iras,
silban sus desparpajos y frases que lastiman los oídos,
entonan juramentos y sisean sus ficciones,
experimentan imitar sensibles frases,
solo les brota exagerados quejidos.
Me iré hacia el mar, pronto, quiero estar con él a solas,
le hablare de mis amores, de mis alegrías, y de mis penas,
mientras escuchare el ruido de sus erizadas olas,
que semejan a nuestras impetuosas jóvenes
y sus encrespadas melenas.
Escuchare en su oriya, el salmo de tantas esperanzas rotas:
Las olas afinaran mis ideas, como a la tempestad que mora en mí mismo,
y recordare todas nuestras ilusiones: como las blancas Gaviotas,
hicimos un nido en los peñascos y se los trago el abismo.
La poesía es en fin antropológico genético de hombre.
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