José Gerardo Mendoza: Todos podemos hacer brillar nuestro camino

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Deseo  compartir este artículo  que no es de mi autoría  y con el permiso del autor que así como escribe  también tiene una actitud amplia y compartida, no tengo duda de que calma un poco la incertidumbre, angustia y las preocupaciones que padecemos, las heredamos por decreto, por ellos mi deseo de compartir con ustedes, en lo personal lo leí y me familiarice con él por qué pertenece al partido siempre ganador “El positivo” que hace ver el santo donde están los pecadores  y soluciones fáciles donde los demás ven un gran problema,  por tal motivo pensemos como este chofer de autobús, sin confundirnos  debemos poner en practica con su mensaje, además ser chofer de autobús es una noble profesión y abre el camino amplio al surgimiento que todos tenemos derecho y sin  amplitud en mente que sus ambiciones no tengan techo y sus realizaciones sean superiores a los sueños, aparte que la lógica dice que hay que hablar cosas bonitas y no invertir el tiempo hablando del gobierno y eso es mayor causa de los malos; debemos ser más participativo y por razones de salud trabajar más y hablar  poco a menos que se tenga un discurso positivo y no una actitud nociva.

Les contare esta historia verídica que la viví en la ciudad de New York, mientras allí estudiaba.

Me quedé atrapada en un autobús urbano durante la hora pico. El tráfico apenas se movía; El autobús estaba lleno de gente cansada y con frio que estaba profundamente irritada con los demás o con el mundo mismo. Dos hombres se peleaban por un empujón que el otro le dio sin querer y una chica embarazada se tambaleaba y nadie le ofrecía el asiento. La rabia y la falta de piedad estaban en el aire. De pronto, cuando el autobús se acercaba a la Séptima Avenida, el conductor habló por el intercomunicador:

Señores, seguro han tenido un día difícil y están cansados, hambrientos y quizás frustrados. No puedo hacer nada con respecto a esto y tampoco con respecto al tráfico, pero si puedo hacer esto:

Cuando cada uno de ustedes se baje del autobús, dejen caer sus problemas en la palma de mi mano. No lleven sus problemas a sus familiares esta noche, déjenlos conmigo. En mi ruta, yo paso justo por el rio Hudson y cuando pase por allí, abriré la ventanilla de par en par y tiraré al agua todos los problemas, los míos y los de ustedes”.  Fue como si se hubiera levantado un hechizo. Fue un momento mágico, hubo un pequeño silencio, pero de pronto todo el mundo se echó a reír. Los rostros brillaban de alegría sorprendida.  Las personas que llevaban una hora fingiendo que no se daban cuenta de la existencia de los demás, de repente sonreían entre ellos, como si este tipo hablara en serio. Pero sí que hablaba en serio. En la siguiente parada, el conductor extendió la mano y uno a uno todos los viajeros que se bajaban ponían su mano justo encima de la suya y hacían el gesto de dejar caer algo en la palma del conductor. Algunos se rieron, otros lloraron, pero todos lo hicieron. El conductor repitió el mismo bonito ritual en las siguientes paradas hasta que llego al rio.  Vivimos en un mundo difícil. A veces es extra difícil ser un ser humano. A veces tenemos un mal día que dura varios meses. Hay momentos en los que todo parece estar envuelto en la oscuridad y anhelamos la luz, pero no sabemos dónde encontrarla. Pero….y si nosotros mismos nos convertimos en esa luz que la oscuridad pide?  Es eso lo que me dejó esa noche, ese conductor de autobús .Que todos podemos ser la luz en cualquier momento con tan solo proponérnoslo. Este tipo no era un líder espiritual. No era un comunicador de masas, ni un conferencista renombrado. Era un conductor de autobús, uno de los trabajadores más invisibles de la sociedad. Pero poseía un poder real, y lo utilizó maravillosamente para nuestro beneficio. Cuando la vida me parece especialmente sombría, o cuando me siento particularmente impotente ante mis problemas y los del mundo, pienso en este hombre y me pregunto: ¿Qué puedo hacer, ahora mismo, para ser la luz?  De hecho, creo que esta es la única manera en que el mundo será iluminado, el que todos tengamos un brillante acto de gracia a la vez, todo el camino hasta llegar hasta el rio.

Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la Convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.

Volcancito@2gmail.com

 

Traducción »

Sobre María Corina Machado