Crisanto Gregorio León: El ataque de pánico del Coronel psicópata

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Narcisista, Licántropo y Voyerista

El miedo que me dominaba no era un miedo racional, sino un terror pánico… Herbert George.Wells.

Todo incrimina al Jefe, al coronel felón, al corrupto militar que tira la piedra y esconde la mano. El autor intelectual pero también material , el que da las órdenes y se mantiene resguardado en su burbuja narcisista, se protege  a la distancia para que no sepan que es él quien maneja, controla y manipula toda la red de corrupción, mientras la tropa de los necios le sirve de coartada. Y los monos voladores se exponen por salvarlo a él, de una forma tan humillante e indigna, arrastrándose por un hombre que es inmoral y corrupto. Que los ha engañado, que es un timador, un audaz ladrón.

Como si se tratase de una fémina, el coronel psicópata narcisista está en crisis prolongada. Con una intensa sensación desagradable provocada por la percepción de un peligro inesperado pero  real e inminente; cagado, derretido en mierda, chorreado, contrariado en grado sumo,  pudo observársele; con la pérdida del control sobre sí , por a su vez la pérdida de control sobre sus negocios corruptos y el giro inesperado que está dando su mundo furtivo de perversión. No le pareció mejor declarar que «Yo no tenía conocimiento de lo que estaba pasando» y dejó a sus monos voladores, cómplices, ejecutores de sus órdenes siniestras, correveidiles y lacayos, colgados de la brocha a su suerte,  a la intemperie legal y  judicial y él pretende salir del lío expresando que no sabía nada del asunto, cuando ha sido público, notorio y comunicacional el connubio de él con ellos y de ellos con él  en la corrupción y el desprestigio de la institución.

Los Síntomas físicos del Coronel  psicópata, narcisista  durante el ataque de pánico, como latidos fuertes o rápidos del corazón, sudor excesivo, escalofríos, temblores, problemas respiratorios, debilidad y mareos, hormigueo o entumecimiento de las manos, dolor en el pecho, dolor de estómago y náuseas. Este es el cuadro que presenta al saber que la justicia le está pisando los talones. Su talón de Aquiles.

Esta reacción física y psicológica- psiquiátrica del coronel psicópata narcisista,  ante un incipiente ataque procedimental a sus co-autores y co-ejecutores, cómplices,  lo ponen al descubierto y lo delatan. La tropa de los necios  lo está justificando y con ello denuesta su coautoría y complicidad en los hechos que se le imputan.

Este miedo que experimenta el corrupto psicópata narcisista, es clasificado en psicología como un 1.- Miedo real, 2.- Miedo social y 3.-  Miedo a ser descubierto;  pues  se siente atrapado, con los ganchos puestos porque el largo brazo de la ley lo está buscando como sabueso entrenado.

Pero más allá del miedo, el psicópata narcisista experimenta pánico, se le ha notado con la mano en el pecho experimentando palpitaciones,  dolor precordial, sensación de asfixia, mareo o vértigo, sensación de irrealidad (despersonalización o desrealización) con un temor a perder el control o a enloquecer, porque se están exponiendo al público sus corrupciones y a sus  cómplices ante el ojo escrutador social. Ya es pública, notoria y comunicacional su red de corrupción , de la que cobardemente quiere marcar distancia y dejar colgados de la brocha a sus monos voladores que caen en desgracia a causa de él y de sus órdenes y del celestinaje con el que  cohonestan sus actos ilegales e ilícitos.

Se podrá decir incluso que está experimentando trastornos psicóticos, pero no, su trastorno es psicológico, atravesando una delgada línea a lo psiquiátrico. Se siente descubierto. Mientras entra en una oficina a borrar la data de unas computadoras o las pruebas que lo incriminan a él directamente, comentó petrificado que quiere salir del país y escabullirse, para evitar las investigaciones, pero se siente apoyado por un compadre de alto rango, cuyo nombre va a arrastrar por el fango si éste no marca distancia.

La corrupción y todos los negocios nada santos, lo están haciendo un demente.

La histeria resulta imposible sin público. Que te entre el pánico cuando estás solo es como echarte a reír solo en una habitación vacía. Chuck Palahniuk.

Profesor Universitario/Abogado/Periodista/Psicólogo/Escritor – crisantogleon@gmail.com

 

Traducción »

Sobre María Corina Machado