En Barquisimeto cada vez hay menos leña

Compartir

 

Sea para comercializar y obtener algo de dinero o para preparar sus alimentos, los guaros que buscan leña en las adyacencias de la autopista Circunvalación Norte deben caminar 6 kilómetros cerro arriba, cuyo trayecto ida y vuelta tarda al menos seis horas bajo el sol inclemente y caminando por un terreno irregular y lleno de piedras.

“La leña ya casi no se consigue, cada vez hay que buscarla más lejos, ya vamos detrás del cerro que casi conecta a Los Camagos, porque la que está cerca no nos sirve porque está verde”, dijo Douglas Montes que reside en La Peña y quien asegura que va a diario a buscar leña en el cerro para su familia y para venderla en su comunidad.

Montes comenta que al salir de nuevo a la autopista carga con al menos 80 kilos de leña en una carretilla. Explica que vende 15 palitos por un dólar o también hace trueques por productos para ayudar a mantener a su familia.

“Ya tengo cuatro años buscando leña, cuando la gente me llega comprando se las vendo en un dólar o también la cambio por alimentos porque no todos tienen dinero”, dice destacando que en su comunidad el gas llega cada seis meses.

Una situación similar vive Epifanio Querales, quien también reside en La Peña, y asegura que busca la leña para “ayudar” a la bombona de gas, ya que tiene que rendirla para poder cocinar cuando no tienen ni leña ni electricidad.

Aunque estas personas aseguran que ya están “acostumbrados” a buscar leña, comentan que no siempre consiguen, ya que hay otras personas que también salen a buscar y que además la zona no es muy segura, pues en varias oportunidades les han quitado sus pertenencias.

Destacan que para salir a buscar leña se levantan muy temprano, pues no les conviene que los “agarre” la noche por ese cerro.

“Aquí no se puede venir a buscar leña solo, a mí una vez me quitaron la carretilla y el machete, esa vez me apuntaron con una escopeta, por eso venimos varios a buscar leña”, comenta, asegurando que aunque no quisiera ir a buscar leña, debe hacerlo para poder cocinar los alimentos.

Marín contó que los trabajadores cada día abandonan su puestos y los que quedan están siendo sometidos a esclavitud “porque tienen el doble del trabajo, que a la larga es un desgaste físico y emocional”, haciendo referencia al sector de enfermería, que es uno de los más golpeados en los últimos tiempos.

Lorena Rojas – La Prensa de Lara

 

Traducción »

Sobre María Corina Machado