Arminda García: El arte de ser mamá

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La figura materna, es determinante en la sociedad, pues cumple una gran labor como guía y apoyo para sus hijos. En la actualidad, las madres deben compartir esta responsabilidad con diversos roles, como sus compromisos laborales o del hogar. En este sentido, hacen  un gran esfuerzo por ser excelentes progenitoras, con el fin de llevar  adelante su familia y criar sus hijos en base a valores adecuados, lo cual, permite su crecimiento como individuos.

Actualmente, el rol de una buena mamá es cumplido por diferentes tipos de mujeres, pues cada vez más féminas,  se sienten con autonomía para tomar una decisión  personal sobre su maternidad, acorde a sus metas. Pueden decidir ser madres solteras, a pesar de las limitaciones  económicas y laborales que esto implica, lo cual, les permite satisfacer su instinto maternal, aunque por distintas razones no tengan pareja. La nueva realidad, las ha liberado de las connotaciones negativas que esto representaba.

También, es válido convertirse en madres adoptivas cuando por alguna razón no pueden procrear sus propios hijos. Esto, representa un gran esfuerzo burocrático y psicológico, debido a las dudas en cuanto a su capacidad para desempeñar ese rol y por las connotaciones sociales que implica. Se debe destacar, que para los hijos en adopción, sus mamás adoptivas son sus verdaderas madres, aunque no existe nexo biológico.

Bien sea soltera, casada, trabajadora o dedicada al hogar, las madres, cumplen una tarea exigente, pero que, se desempeña con emoción por todas las satisfacciones que representa. Por su parte, para  responder a la tendencia actual deben  buscar formas de comunicación efectivas y más abiertas, tanto con sus hijos como con su familia. Debido a esto, practican el diálogo que les permite conocer los sentimientos de los niños, pues se preocupan por su felicidad y equilibrio.

De este modo,  tienen en cuenta  su opinión al momento de establecer normas, sin perder su autoridad y se esfuerzan  por infundir valores, con el fin que sean buenas personas en capacidad de tomar las mejores decisiones. De igual forma, demuestran preocupación por el bienestar de sus hijos en todos los sentidos, tanto emocional, como físico y educativo. Asimismo, promueven la motivación, para que puedan alcanzar sus metas.

Se debe recordar que, no existe un método establecido para enseñar  a las madres a cumplir con su rol.  Ser mamá, es todo un reto, que se aprende poco a poco, en base a las experiencias.  Una excelente recomendación al respecto, es demostrar valor a los hijos, para fortalecer su autoestima, pues esto puede afectarles a lo largo de toda su vida. Igualmente, resulta oportuno, no proferir descalificaciones y reforzar sus aspectos positivos.

Por otro lado, se hace vital  no caer en contradicciones entre los progenitores, en cuanto  a criterios de autoridad, castigos, mensajes incoherentes que generan confusiones y les resta fuerza a los padres. Es importante además, darles la oportunidad para demostrar sus capacidades, fomentar su autonomía y evitar la sobreprotección,  que puede ser  una actitud común en las madres.

Lo cierto es que estas, son sólo algunas consideraciones en el vasto compromiso que representa la maternidad.

 

Traducción »

Sobre María Corina Machado