Tal vez lo más importante del anuncio (los Indultos y/o sobreseimiento de causas) es que representan un cambio sustancial en los estilos y formas de abordar la negociación por parte del oficialismo, e implica el reconocimiento de hecho de un grave déficit en el renglón de los derechos humanos en Venezuela y en especial en el tratamiento de los presos políticos, calificados usualmente de manera despectiva por ellos como políticos presos.
Expertos califican como tormenta perfecta la conjunción de factores negativos que afectan a la totalidad de la nación, pero hasta éste momento, dicha situación era permanente obviada por los voceros oficiales.
La magnitud y complejidad de la crisis económica, humanitaria, social obliga a acciones que implica construir consensos nacionales e internacionales. Acceder a programas de ayuda y créditos internacionales, ampliar la negociación en relación a suspensión de las sanciones, especialmente del gobierno norteamericano, previo obviamente a la conquista de garantías reales de cambio por parte del gobierno actual.
Nos toca felicitar tal apertura e iniciativa y contribuir en la medida de nuestras reales posibilidades a que estas iniciativas tengan éxito, porque con ellas ganamos todos.
