Ramón Rosales Linares: De Adriani a Baptista; El rentismo petrolero.Una misma preocupación

 

La lamentable y reciente desaparición física del extraordinario ser humano, el inolvidable profesor Asdrúbal Baptista, me ha motivado a reflexionar a través de estas líneas acerca de las jugarretas que la historia nos depara y que bien valdría la pena, como en esta ocasión, de tomárnoslas con seriedad.

Me refiero a la condición de dos merideños que para mí marcan dos hitos en la Venezuela de los últimos cien años: Alberto Adriani (1898-1936) y Asdrúbal Baptista (1947-2020). Ambos se toparon, intelectualmente, con ese omnipresente actor, el petróleo, en dos momentos claves, en el nacimiento y en la agonía de la Venezuela Rentística Petrolera.

Alberto Adriani y Asdrúbal Baptista; Dos merideños, dos productos, una pasión: Venezuela, tanto la del café como la del petróleo

Adriani vivió, y sobre todo estudió, el nacimiento de la Venezuela Rentística Petrolera, la cual denomino como la Venezuela III, reemplazante de la Venezuela II, la del café, que, con mucho emprendimiento endógeno, el primero que experimenta nuestro país, había sustituido a la Venezuela I la del cacao, la del contrabando, la esclavitud y la Compañía Guipuzcoana.

Baptista vivió, y estudió, el ocaso de la Venezuela Rentística Petrolera dejando una obra que urge colocarla en la agenda pública, hoy abarrotada de polémica no solo pobrísima en lo intelectual sino desvinculada del desafío post rentístico a que nos invitaba el Profesor, con ¨P¨ mayúscula, Asdrúbal Baptista.

Alberto Adriani supo aprovechar la oportunidad que le brindó un profesor de la UCV nomás recién llegado de Mérida, Esteban Gil Borges, quien lo incorporó en la burocracia diplomática del mismísimo “régimen” de Juan Vicente Gómez. Tras estudiar en Europa y laborar en la sede en Washington de la Unión Panamericana logra la cooperación para impulsar la institucionalidad que permitiera manejar la avalancha petrolera.

Se pudiera discrepar de Adriani en algunos de sus planteamientos, particularmente yo no comparto sus tesis de inmigración de gente de raza blanca para “mejorar” nuestro perfil, pero no se le puede negar la febril cruzada que protagonizó en 1936 con la creación del Ministerio de Agricultura y Cría y su corta estadía en el Ministerio de Hacienda antes de que le sorprendiera prematuramente la muerte.

Famoso por la frase relacionada a la ¨siembra del petróleo¨, mal atribuida a Arturo Uslar Pietri, Adriani luchó infructuosamente diría yo por tratar de evitar el arrase de la cultura del petróleo que nos alejó del campo, abandonándolo a sus propias miserias y enterrándose así la ¨cacareada¨  (muy sonada) soberanía agroalimentaria, hoy en boca de pseudos bolivarianos, que no atinan en la impostergable superación del colapso rentístico.

Asdrúbal Baptista fue uno de los primeros esclarecidos venezolanos, si no el primero, en registrar con números el declinar del rentismo a partir del año 1978, año a partir del cual ya el petróleo, vale decir, su uso como renta, dejó de ser el motor de la economía. En el emblemático libro del IESA, El caso Venezuela una ilusión de armonía, 1984, el profesor Baptista describió con su pluma exuberante el nacimiento y la agonía de la Venezuela petrolera.

Como mi humilde tributo a quien fuera mi profesor me permito transcribir dos párrafos, testimonios del auge y decadencia del uso rentístico del petróleo:

….Sólo cabe afirmar –y con una frase que puede aparecer innecesariamente efectista- que, a diferencia de otros países, el traslado de los venezolanos rurales a los centros urbanos “no le costó al país un solo muerto”. (página 24)

El futuro económico venezolano tiene frente a sí la presión histórica de un cambio en los patrones fundamentales de su estructura económica. A la condición petrolera, cuyo clímax se alcanzó entre 1980 y 1981, y que desde entonces ha comenzado a menguar, habrá de sustituirla una nueva condición económica, que en sus rasgos esenciales será semejante a la de cualquier economía norma que comercia en el concierto de las economías capitalistas. (página 37)

Como anécdota ilustradora de la polémica que siempre ha rodeado al petróleo, un párrafo en el libro ya citado, en el cual el Profesor Baptista estampó “Una sociedad rural es una sociedad insalubre, analfabeta, inepta para la democracia y para los grandes fines del crecimiento económico y el progreso material”, originó una repuesta en artículo de prensa de un ilustre que no entendió, digo yo, el planteamiento implícito en el referido párrafo.

Y habiendo transitado veinte años de una búsqueda a la alternativa capitalista podemos decir que ni esa alternativa ni el capitalismo han creado esa “nueva” condición económica que el colapso del rentismo demanda, dejando al país bajo el síndrome de ¨ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario¨.

Bueno sería que nuestros economistas, junto a otros estudiosos del devenir económico del país trataran de emular el ejemplo del Profesor Baptista y también de retomar los planteamientos del otro ilustre merideño, Alberto Adriani, para consensuar una Venezuela Post Rentística, a Venezuela IV, cuya versión beta, la IV.0, tiene ya cuarenta años.

Mientras nuestras élites sigan añorando y soñando con un “repunte” de los precios petroleros, no tendremos en marcha la Venezuela IV. Hasta que eso no ocurra roguemos que Dios permita a Adriani y a Baptista descansar en paz.

rrosaleslinares@gmail.com – @rrosaleslinares

 

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