Ángel Cacique: Viajar al interior de Venezuela en tiempos de cuarentena es una auténtica proeza

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El Transporte Interurbano y extraurbano está virtualmente paralizado en el país.

Viajar hacia el interior del país desde Caracas o a la inversa, hacerlo entre los distintos estados y/o entre los distintos municipios se ha convertido en una verdadera odisea. La pandemia del Covid-19, la obligatoria cuarentena y la aplicación de medidas preventivas para controlar la difusión y letalidad del virus de origen chino, les ha facilitado a las actuales autoridades profundizar las medidas de confinamiento social, control y parálisis de las distintas actividades en el país.

Para efectuar un viaje hacia el interior del país o desde el interior hacia Caracas la capital de la república, se requiere llevar previsión mínimo dos pimpinas de gasolina, un par de llantas de repuesto, los repuestos y autopartes más imprescindibles, agua, alimentos perecederos, y no perecederos, una muda de ropa, primeros auxilios, el máximo efectivo posibles (Bs) y por supuesto dólares. Adicionalmente encomendarse a todos los santos y llevar los necesarios salvoconductos. Esto explica, aunque no justifica los elevados costos que la realización de estos viajes tiene en la actualidad. A las limitaciones obligatorias que establece la necesidad de protegerse de contraer el Covid-19, se le agregan las agudas distorsiones existentes en la frágil institucionalidad del país, excesivas alcabalas, alta discrecionalidad policial, militar y burocrática en el país.

Lo lógico es que estableciendo los protocolos sanitarios y de seguridad necesaria, garantizando al extremos las medidas de distanciamiento social se hubieran habilitado o permitido de manera especial el funcionamiento y operatividad de las distintas líneas extraurbanas (terminales), para así garantizar la movilidad, tránsito y transporte dentro del territorio nacional (entre estados y las distintas regiones) del personal profesional especializado que por la contingencia necesiten hacerlo y/o de todos aquellos ciudadanos (personal laboral y administrativo) que por la importante labor que ejercen así lo requieran. Igual consideración debió haber funcionado para el transporte interurbano (entre los distintos municipios).

Sí por razones de la contingencia sanitaria es necesario limitar sensiblemente la movilidad, transito y transporte, debieron preveerse los casos especiales y excepcionales, a la par que diseñar programas de asistencia financiera y alimenticia a todo el personal operativo que necesariamente debía de dejar de ejercer sus funciones y cumplir estrictamente la cuarentena.  En los actuales momentos la gran mayoría de los trabajadores del transporte que funcionaban directamente en las rutas interurbanas y extraurbanas, el personal de los distintos terminales y obviamente sus familias tiene desde principios del mes de marzo de este año sin trabajar (sin Ingresos) y lo más lamentable sin recibir ninguna acción compensatoria por parte de las autoridades nacionales, regionales y municipales.

En Venezuela existen 355 municipios, 23 estados y un distrito capital, en todos ellos y entre ellos se estableció una amplia red de servicios públicos de transporte que, por razones de la ausencia de coherentes políticas públicas, de previsión sanitaria y asistencia social y económica quedaron a la deriva, en el limbo administrativo. Cualquier opción de enfrentar y salir con éxito de la letal pandemia del Covid-19, implica implementar políticas coherentes y progresivas que faciliten la progresiva recuperación económica del país. Y sin transporte, movilidad y tránsito entre municipios, regiones y a nivel nacional esto será imposible de lograrlo.

caciquecatia@gmail.com – @angelcacique

 

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Sobre María Corina Machado