Narraciones históricas contemporáneas
La Historia como tal es ciencia de la verdad, porque proviene de la investigación no empírica, profunda de los hechos ocurridos con anterioridad, el historiador en sus investigaciones debe apartarse del personalismo y los mitos así como de leyendas sin fundamentos; centrándose en la verdad de sus investigaciones, cuando se trata de personajes, no solo puede poner de relieve las virtudes del investigado sino sus defectos como ser humano, no debe divinizar a priori sobre el investigado sino tratarlo como un ser humano, se aparta de la verdad el historiador que solo se apega al endiosamiento de los personajes. De igual manera en sus investigaciones, debe situarse en el tiempo de los hechos a los fines de acercarse a la verdad buscada, porque es un científico en sus investigaciones sin importar el tiempo dedicado. El historiador no debe creerse dueño de la verdad, por más profunda que sea su investigación la misma puede ser cuestionada y es donde tendrá que hacer valer sus argumentos científicos e investigativos.
General en Jefe Manuel Carlos Piar
General en Jefe, Manuel Carlos Piar, cuyo nombre completo es: Manuel Carlos María Francisco Piar, General en Jefe del Ejercito Republicano, caso único en la historia militar contemporánea; ascendido a ese Grado por la propia tropa que comandaba, obligándose el Libertador ante el hecho consumado a reconocerle oficialmente el grado. Manuel Carlos Piar nació en Caracas el 28 de abril de 1774 y murió en Angostura el 16 de octubre 1817.
Desde siempre Manuel Carlos Piar, se convirtió en un enigma en lo tocante a su nacimiento y a la verdadera razón o sin razón de su ajusticiamiento, en la cúspide su gloriosa carrera militar; coronado por sus resonantes victorias, lleno de gloria, nunca demostró envanecimiento aún cuando de las 24 batallas que libró, solo una le fue adversa. El silencio que han mantenido la mayoría de los historiadores sobre las investigaciones que se han realizados al respecto deja mucho que desear; actitud derivada de que de salir a flote toda la verdad histórica sobre el fusilamiento del General Piar y ello como es lógico de pensar empañaría la imagen del Libertador, dadas las implicaciones familiares como las rivalidades militares y la envidia que este siempre demostró hacia Piar.
Sin embargo dos grandes historiadores venezolanos como son Bartolomé Tavera Acosta y Francisco Herrera Luque, han desmentido la versión oficial sobre los padres de Manuel Carlos Piar, versión donde se ha afirmado que era hijo de un canario llamado Manuel Piar y de una mulata de nombre María Isabel Gómez, sin embargo junto a los Historiadores antes mencionados hay también otras tres versiones, donde todas coinciden en afirmar que la verdadera madre de Manuel Carlos Piar fue SOLEDAD BELEN XEREZ DE ARISTIGUETA, conocida en la más alta sociedad caraqueña de la época como una de las nueve musas Aristigueta, por la belleza de esas hermanas (Prima hermana el Libertador) y como se dijo anteriormente, la madre de Manuel Carlos Piar fue esa bella mantuana y que su padre fue Don Juan Vicente Bolívar y Ponte, padre del Libertador, aunque también llegó asegurarse que el padre era Don Marcos Rivas Betancourt, padre del General José Félix Rivas ( Incluso en una oportunidad en Cumaná, El General Rivas, le manifestó a Piar, “Soy tu hermano, por parte de mi padre y antes de morir me encomendó que velara por ti, por lo tanto cuenta siempre conmigo”. (Manuel Piar, Caudillo de dos colores, Francisco Herrera Luque). También se comento fuertemente, que el padre de Piar era el Príncipe portugués, José Francisco de Braganza, príncipe heredero de la Corona portuguesa, de paso por Caracas para la época y asiduo contertulio de la familia Xerez de Aristigueta: sin embargo históricamente se apunta a que Manuel Carlos Piar era hermano del Libertador, de allí se desprende el odio que Bolívar siempre demostró en público contra Piar y es histórica la expresión, cuando oyó la descarga de los fusiles al momento del fusilamiento del General Piar al decir “ he derramado mi propia sangre”, comentario sostenido en su auto biografía por el Almirante Luis Brión, un hombre totalmente afecto al Libertador, no olvidemos que esa es la razón primordial porque Bolívar nombró al Almirante Luis Brión
Presidente de la Corte Marcial que juzgó al General en Jefe Manuel Carlos Piar.
En las investigaciones realizadas tanto por Francisco Herrera Luque como por Bartolomé Tavera Acosta, se determina que fue precisamente para evitar el escándalo social que estallaría en aquella sociedad mantuana que el niño concebido en el vientre de Soledad Belén, naciera en el convento donde había sido recluida y que de inmediato fuera entregado a un marino canario Capitán de una goleta que efectuaba viajes entre La Guaira y Curazao, personaje ligado por vínculos de sangre a la familia Xerez Aristigueta, llamado Fernando Piar, y siendo criado en Curazao donde residía la mujer de este marino, una mulata llamada María Gómez. De igual manera todas las personas que conocieron a Manuel Piar coincidían en afirmar que era una persona más alto que bajo, blanco con pecas, nariz perfilada, de ojos azules, pelo rubio, liso ondulado, de porte y modales regios, lo que lo aleja totalmente de ser un mestizo, un mulato como despectivamente lo llamaba Bolívar en su ausencia cuando se dirigía a él, situaciones claras del antagonismo que demostraba siempre contra Piar. Dos situaciones son claras en el antagonismo que demostraba Bolívar contra Piar, por un lado la posible certeza que fuera su medio hermano y por otro, la envidia que se desprendía ante la gran habilidad militar demostrada constantemente por Carlos Manuel Piar. Considerado imbatible tanto en la planificación como en el desarrollo de los combates; donde luchaba siempre al frente y al lado de sus hombres, rivalizando en osadía y valor con ellos y por eso sus hombres lo adoraban, en las marchas solía acompañar a la infantería caminando con ellos, no demostrando nunca cansancio y comiendo del mismo rancho de la tropa. De allí que fueran sus propios soldados quienes lo ascendieron a General en Jefe, caso único en la historia. El ejercito de Piar a través de los años de lucha y de su constante integración con ellos, fue modelado y formado por él, estaba conformado en su casi totalidad por orientales, con los cuales convivía día a día compartiendo alegrías y penurias, lo que lo convertía en un verdadero líder militar de esos indómitos y orgullos soldados republicanos…….
La descripción física que históricamente se ha hecho del General Piar, lo aleja totalmente de haber sido hijo de una mulata, casi negra, tomando en cuenta lo dominante de los genes de la raza negra, otro detalle entre tantos, es el caso de la hija del General Piar, nacida de su matrimonio, la cual es descrita de fisonomía igual a él, blanca caucásica, de igual manera para reforzar más la tesis de que no era ningún mulato, Piar se caso en Curazao con una dama holandesa y el matrimonio se celebró en la propia residencia del Gobernador holandés de la isla, ambas cosas imposible de llevarse a cabo de haber sido Piar hijo de una mulata, dado a la rigidez de las leyes de razas existentes para la época. De hecho la mulata María Gómez no pudo asistir a ese matrimonio, por su condición de tal, de igual y por la mima razón Fernando Piar que era canario, jamás pudo obtener el permiso para casarse con la mulata María Isabel Gómez.
El General en Jefe Manuel Carlos Piar, en el juicio que se le siguió, fue acusado por los delitos, de insubordinación, sedición, deserción y conspiración, sin embargo cuando analizamos varios hechos y siempre apegados históricamente a razonamientos de reputados historiadores, como los ya indicados anteriormente, era de conocimiento general que a Simón Bolívar si algo le contrariaba y enardecía era precisamente que no estuviesen de acuerdo con él siempre y quizás esto también influía en su animosidad contra Piar, quien en muchas oportunidades le contradecía. Hay dos hechos históricos que no pueden pasarse por alto y que descartan por completo esa acusación de insubordinación.
El primer, sucede en una Junta de altos Oficiales recién celebrada en Barcelona, y es precisamente la voz y la determinación de Piar y el conocido ascendiente de este entre las tropas, la que se impone para que Bolívar sea reconocido como Comandante en Jefe de los ejércitos; y el segundo caso se desarrolla, precisamente en Angostura. Allí en el apogeo de sus gran y rotundo triunfo en la batalla de San Félix, donde Piar se había cubierto de gloria al vencer en esa memorable batalla a los realistas, formando su ejército y en contra de la, opinión de sus oficiales de este ejército victorioso le entrega a Bolívar el mando, posteriormente el Libertador al asegurar su autoridad con la llegada del General Bermúdez al frente de otro ejército y él cual era enemigo de Piar desde los tiempos de la campaña de oriente, deja sin mando a Piar y lo confina como un simple administrador de las haciendas que allí en el Cuyuní tenían los Misioneros, acción infame y vejatoria, pero que Piar acata el mandato a pesar de estar al tanto del total descontento existente entre los oficiales y soldados del que había sido su ejército, que veían como el Libertador en forma canallesca le pagaba en esa forma la nobleza y la subordinación de Piar a la lucha independentista, por lo tanto no podía justificarse en el juicio esa acusación de insubordinación. No podía acusarse de desertor al General Manuel Carlos Piar, por cuanto al verse postergado de mando y confinado a las Misiones de Cuyuní como un simple administrador de una hacienda y ante la insistencia abierta totalmente de sus oficiales para que regresara a recobrar su mando, prefirió en bien de la unidad y la salud de la lucha independentista en otra acción de nobleza, solicitarle al Libertador su baja del servicio, baja que le fue concedida de inmediato por Simón Bolívar sin consultar con el Estado Mayor por tratarse de un General en Jefe. Junto con el documento de baja se le hizo entrega de un Salvo conducto para poder trasladarse a cualquier sitio de Venezuela, ambos documentos firmados por el propio Libertador.
Cuando el General Piar bajo engaño fue arrestado por el General Cedeño en el pueblo de Aragua de Maturín, estaba vestido de civil y acompañado apenas de dos sirvientes civiles, mal entonces podía ser un desertor quien poseía una certificado de baja y un salvoconducto, ambos documentos firmados por el Libertador. ¿Cómo entonces se le podía acusar de desertor?
Descartadas históricamente las acusaciones de deserción e insubordinación, quedan entonces las acusaciones de sedición y conspiración; ¿Cómo pensar que Piar estuviese conspirando contra la autoridad del Libertador?, si en Barcelona un año antes había hecho reconocer la autoridad de Simón Bolívar en aquella Junta de Altos Oficiales, donde la mayoría no aceptaban a Bolívar como Jefe Supremo, si hubiera estado en contra del Libertador, le bastaba con callarse la boca y tampoco lo hubiera llamado a Angostura una vez finalizada la gran batalla de San Félix, para hacerle públicamente la entrega del mando de las tropas en contra de la opinión y deseo de sus propios oficiales, de todo esto se desprende la total animosidad de Bolívar contra Piar y una vana pretensión envidiosa al ver en este noble oficial como era admirado y elogiado por las tropas que comandaba y que lo seguían ciegamente en el campo de batalla al considerarlo a pesar del alto rango uno más entre ellos, para Bolívar a pesar de todos los actos de nobleza de Piar este no representaba sino un rival, por eso a pesar de la baja concedida, quizás pensó que lo mejor era eliminarlo, y que mejor manera de hacerlo que a través de ese pensado y amañado juicio, pues en el mismo se determino que casi todos los testigos presentados, declararon a favor de Piar.
En el acto de fusilamiento de Piar, quien se enfrentó al pelotón de fusilamiento portando su uniforme de General en Jefe y todas las condecoraciones que poseía, no acepto ser vendado ni maniatado y de no haber sido por los mensajes enviados a sus oficiales y la toma de la ciudad por las tropas de José Francisco Bermúdez, se hubiera presentado ese día un levantamiento militar, sin embargo, fueron centenares de tropas y oficiales los que esa misma noche desertaron, porque no aceptaban estar bajo el mando del Libertador después de lo acontecido con el General Piar.
La enemistad de José Francisco Bermúdez contra Manuel Piar, se remonta a la célebre campaña de oriente, en Maturín en el año 1813 después de haber sido arrebatada la ciudad de Maturín a los realistas por Bernardo Bermúdez (hermano de José Francisco) y Piar, Maturín es de nuevo sitiada por grandes contingentes de tropas realistas y ante la ambigüedad y dilación que presentaba Bernardo Bermúdez para hacerle frente a los realistas, hablando hasta de capitulación, Manuel Piar en un acto de audacia, le arrebató el mando a este, atacando con coraje e inusitada rapidez, en una carga arrolladora derrotó a las fuerzas realistas sitiadoras a pesar que triplicaban en número a los patriotas.
Al ser acusado Piar por los delitos antes mencionados y formada La Corte Marcial que habría de juzgarlo, Piar elige como su defensor al Capitán Fernando Galindo, un mantuano primo hermano del Libertador, quien por su condición de godo también adversaba públicamente a Piar; pero una vez que se entrevistó con este y oyó sus versiones de los hechos y tras examinar minuciosamente los documentos relativos a lo que se debatía, quedó totalmente convencido de su inocencia de los delitos que le acusaba el Libertador, de allí que termina la defensa de Piar con una brillante página, que a pesar de que la mayoría de las actas del juicio misteriosamente desaparecieron, ésta aún se conserva.
Así termina el Capitán Fernando Galindo, la defensa del General en Jefe Manuel Carlos Piar:
¿Cómo acusar al General en Jefe Manuel Carlos Piar, de delitos tan graves como los de insubordinación, sedición, conspiración y deserción, un abnegado combatiente republicano, que en una rutilante carrera militar, en pocos años de lucha de 24 batallas emprendidas contra las fuerzas realistas, apenas una le fue adversa, culminando con la gloriosa y magistral batalla de San Félix donde se llenó de gloria derrotando totalmente al ejército español al mando de un veterano militar como es el General Miguel de la Torre y Pando, segundo en el mando del ejército del General Pablo Morillo, jefe del ejército expedicionario español en Venezuela, en esta batalla Piar aseguró la total independencia de toda la Guayana. Un General que ha demostrado en diferentes ocasiones su fidelidad a la patria y al Libertador Simón Bolívar? Con franqueza total clamo ante esta Corte Marcial que es para mí un verdadero enigma, que el General en Jefe Manuel Carlos Piar se a la vez fiel y traidor, subordinado y no obediente, sumiso a la autoridad suprema y a la vez sedicioso. La prueba más elocuente de mis argumentos sobre la inocencia del General en Jefe Manuel Piar, es que el año pasado, hecho conocido por todos ustedes y aquí en esta sala hay algunos de los presentes allí, en la ciudad de Barcelona en una reunión de generales del ejército, se opuso rotundamente ante los que pretendían desconocer la autoridad suprema del Libertador Simón Bolívar, y fue su posición a ultranza la que prevaleció.
De igual manera un General que acaba de terminar una gloriosa batalla para las armas de la república donde se llena de gloria como ha sido la batalla de San Félix, al frente de su ejército victorioso que lo ha seguido por años, ordena públicamente al señor Intendente Zea, que salga de inmediato en busca del Libertador para que venga a Angostura hacerse cargo de la Jefatura Suprema del victorioso ejército republicano y que luego al presentarse El Libertador, en un acto público con todo su victorioso ejército formado y en presencia de la población de San Félix, le hace entrega del mando del mismo al Libertador Simón Bolívar, en contra de la opinión de sus oficiales.
Si el General en Jefe Manuel Carlos Piar fuese un traidor, sedicioso o conspirador, no hubiera obrado como lo hizo en Barcelona y mucho menos como lo ha hecho con tanta abnegación y nobleza ahora en Angostura. Desertor, no puede ser desertor, quien formalmente solicita la baja de los servicios y la obtiene firmada precisamente por el propio Jefe Supremo General Simón Bolívar, acompañada la misma de un salvo conducto para poder trasladarse a cualquier parte de Venezuela.
Señores de esta Corte Marcial, solicito que mi defendido El General en Jefe Manuel Carlos Piar, sea declarado inocente de todos los cargos que en su contra se han formulado, no hay pruebas en contrario, ni testigos que lo acusen.
Sin embargo a pesar de todas las pruebas presentadas por el Capitán Fernando Galindo (muerto misteriosamente en el sitio del Rincón de Los Toros), Piar fue declarado culpable y condenado a muerte sin muchas deliberaciones, llama la atención que tanto para el pueblo de Angostura como para las tropas este juicio fue una pantomima, ya que antes de dictarse la sentencia esta era conocida, quedando patentizado en todo esto que la intención total de Simón Bolívar era salir de Piar; le temía y sabía que Piar gozaba de un gran prestigio en las tropas, por otra parte Bolívar era uno de los grandes mantuanos de Caracas y desde su infancia se acostumbró a no aceptar que nadie lo contradijera y menos que le hiciera sombra y Carlos Piar, hombre llano, sin complejos y de trato fácil tanto como oficial subalterno como de General, lo que lo hacía demasiado amado por la tropa, a la vez de ser un imbatible soldado, exponiéndose en los combates con gloria y fogosidad compitiendo en valentía y coraje con sus soldados, dando ejemplo de valor al rivalizar con ellos en el apogeo de las batallas, esto aunado a su llaneza de trato, usando su mismo lenguaje, todo esto era motivo suficiente para que un hombre como Bolívar pensara que su presencia le hacía sombra, históricamente queda demostrado que si Piar gana para la República la región de Guayana con la brillante Batalla de San Félix, en Angostura pierde la república uno de sus más valientes y brillantes Generales.
Manuel Piar regresa a Angostura en calidad de detenido, confiado en el mensaje que de parte de Bolívar le transmitió el General Cedeño, al decirle, según consta en una de las actas del juicio, ”Mi General hay estos cargos contra usted, El Libertador desea limpiar su nombre, se le hará un juicio, donde el Tribunal estará presidido por su amigo El Almirante Luis Brión, a los fines de adsorberlo y posteriormente nombrarlo segundo jefe del mando supremo, tanto es así, que se le mandado a confeccionar un nuevo uniforme de General en Jefe”, lo que deja evidenciado que el General Cedeño formaba parte en la conjura contra Piar, de igual manera todo indica que también estuvo comprometida la integridad del Almirante Luis Brión.
Punto de vital importancia en esta investigación, ha sido la revisión profunda del libro “Diario de Bucaramanga”, Escrito por Perú de la Croix. Perú de la Croix, es un oficial del ejército francés quien había venido a Venezuela desde su patria para incorporarse a las tropas republicanas donde se había distinguido y para el momento de las notas para este libro, fungía como edecán secretario del Libertador y se encontraban en Bucaramanga en espera de las noticias del desarrollo de la Convención de Ocaña, Perú dice en su libro, que allí Bolívar le relato lo siguiente; “Todos estos Generales son hombres recios y firmes, difíciles pero al final todos son manejables, con la excepción de Manuel Piar, quien parece que nació para ser libre como el viento y no tener jefe, inmune a los halagos, un tipo que nació para ser jefe, yo lo estudié midiéndolo, entonces entendí perfectamente que había que acecharlo y tenderle una trampa como que fuera un perro con mal de rabia y como tal me propuse y no solté los hilos hasta verlo caer ante el pelotón de fusilamiento, aplicando así el refrán, muerto el perro se acabó la rabia”.
Nota; Como historiador e investigador, aspiro que más temprano que tarde habrá de saberse toda la verdad histórica sobre la vida del General Jefe Manuel Carlos Piar en su corta y meteórica vida ofrecida al ejercito republicano en su lucha independentista, de quien se sabe nunca cobró un salario por los servicios prestados ya que poseía una gran fortuna personal. Llama la atención históricamente, que por los cargos que fue enjuiciado y condenado a muerte el General Manuel Piar, en momentos que tanto necesitaba de sus servicios la patria, esos mismos delitos fueron cometidos varias veces por Juan Bautista Arismendi, José Francisco Bermúdez, José Tadeo Monagas, José Félix Rivas y Santiago Mariño y siempre fueron perdonados por el Libertador y nunca fueron acusados por éste ni llevados ante un tribunal, por lo tanto queda la duda ¿Por qué entonces Piar?
Bibliografía consultada
Anales De Guayana / Bartolomé Tavera Acosta
Batallas De Venezuela 1810—1824 / Esteves González
Bolívar En Guayana / Manuel Alfredo Rodríguez
Boves El Urogallo / Francisco Herrera Luque
Diario De Bucaramanga / Perú De La Croix
Francisco Miranda / Ricardo Carrasco
Historia De Venezuela / J. M: Siso Martínez
Historias Bolivarianas / Eloy G. González
Los Orientales / Francisco García Tosta
Manuel Piar, Caudillo De Dos Colores / Francisco Herrera Luque
A mi gran y fraternal amigo desde nuestra infancia en las aulas del Colegio J. Martínez Mata. En nuestro amada ciudad Carúpano Doctor Cesáreo José Espinal Vásquez. Jurista de muy amplia y conocida trayectoria.
@Hmarcanor